El Gobierno foral retiró a escasos días de las pasadas navidades su proyecto de Presupuestos para este 2024 tras constatar la imposibilidad de lograr el apoyo de uno de los grupos de la oposición al plan económico, condición imprescindible para sacarlo adelante.

"Con la punta de los dedos"

Ramiro González reconoció que el acuerdo estuvo “muy cerca”, e incluso aseguró que “no había ninguna condición presupuestaria que lo imposibilitara”. “Lo hemos tocado con la punta de los dedos”, expuso gráficamente en la mañana del pasado 14 de diciembre.

El inesperado rechazo al proyecto de Elkarrekin, formación con la que el Gobierno foral había cerrado ya día atrás un preacuerdo, precipitó la resolución final del proceso, que derivó en la prórroga de los Presupuestos del año pasado.

Un Pleno de las Juntas Generales. Alex Larretxi

"Dinámicas internas"

Fue un no provocado por las “dinámicas internas” de la coalición morada, según coincidieron los líderes de la coalición y del Ejecutivo alavés. A ello se unió la endiablada situación política de la CAV, donde se vislumbraba ya la celebración de unas nuevas elecciones autonómicas que finalmente tuvieron lugar el 21 de abril.

Buen tono

La apertura de las urnas ayudó a que las negociaciones descarrilasen tanto con Elkarrekin como con el resto de formaciones que habían entablado conversaciones con el Gobierno foral, el PP –especialmente– y EH Bildu. Ese mismo día, el máximo responsable foral ya reseñó el “buen tono” de las negociaciones con la oposición, con la que se abrieron “vías de diálogo importantes” para “acordar”. Tal y como se está constatando ahora, casi a las puertas del verano.