El Gobierno foral de Álava (PNV-PSE) no ceja en su empeño de trazar una hoja de ruta presupuestaria compartida con la oposición para este ejercicio 2024 pese a la prórroga de las Cuentas.
Tal y como ya adelantó en su día el diputado general, Ramiro González, el ejecutivo alavés retomaría tras las elecciones autonómicas las conversaciones frustradas en diciembre con EH Bildu, el PP y Elkarrekin para explorar un acuerdo económico en las Juntas Generales y ese escenario es ya una realidad.
Moderado optimismo
El máximo responsable foral, de hecho, se muestra moderadamente optimista en torno a su positiva resolución, tal y como ha reconocido este martes tras la reunión semanal de su Consejo de Gobierno.
Al tiempo que ya dialoga con los grupos, la Diputación ultima ya un proyecto de norma foral complementario a la prórroga que contendrá “cuestiones importantes” para el territorio en los ámbitos social, económico y de la sostenibilidad. Pretende aprobarlo en las Juntas antes de la finalización del actual periodo de sesiones, fijado en el calendario el próximo 10 de julio.
El Ejecutivo está “redactando” el plan económico y prevé tenerlo finiquitado esta misma semana para darle su visto bueno y agilizar los trámites.
Posteriormente, explorará uno o varios acuerdos con la oposición en la Cámara alavesa, con todas las fuerzas ya mencionadas –las que conforman la oposición, salvo Vox–, para introducirlos en la norma foral mediante enmiendas durante su posterior tramitación en las Juntas.
Los tres grupos han trasladado al Gobierno foral que “tienen voluntad de negociar y acordar”, según González, y aunque la Diputación ya ha trasladado sus prioridades, todavía “no ha dado tiempo a profundizar en el diálogo”, que a buen seguro se intensificará desde la próxima semana.
Antecedentes
El Gobierno foral retiró a escasos días de las pasadas navidades su proyecto de Presupuestos para este 2024 tras constatar la imposibilidad de lograr el apoyo de uno de los grupos de la oposición al plan económico, condición imprescindible para sacarlo adelante.
González reconoció que el acuerdo estuvo “muy cerca”, e incluso aseguró que “no había ninguna condición presupuestaria que lo imposibilitara”. “Lo hemos tocado con la punta de los dedos”, expuso gráficamente en la mañana del pasado 14 de diciembre.
Sin embargo, el inesperado rechazo al proyecto de Elkarrekin, formación con la que el Gobierno foral había cerrado ya día atrás un preacuerdo, precipitó la resolución final del proceso, que derivó en la prórroga de los Presupuestos del año pasado.
Fue un no provocado por las “dinámicas internas” de la coalición morada, según coincidieron los líderes de la coalición y del Ejecutivo alavés. A ello se unió la endiablada situación política de la CAV, donde se vislumbraba ya la celebración de unas nuevas elecciones autonómicas que finalmente tuvieron lugar el 21 de abril.
"Buen tono"
La apertura de las urnas ayudó a que las negociaciones descarrilasen tanto con Elkarrekin como con el resto de formaciones que habían entablado conversaciones con el Gobierno foral, el PP –especialmente– y EH Bildu.
Ese mismo día, el máximo responsable foral ya reseñó el “buen tono” de las negociaciones con la oposición, con la que se abrieron “vías de diálogo importantes” para “acordar”. Tal y como se está constatando ahora, casi a las puertas del verano.