El punto final a la Semana Santa devuelve al seguimiento de las cifras de la pandemia a una normalidad interrumpida desde el pasado miércoles. Durante los últimos cinco días el volumen de información aportado por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco se ha limitado a unas escuetas líneas referidas a las pruebas realizadas, los nuevos casos de coronavirus detectados y su desglose por territorios. Ni rastro del completo y detallado boletín epidemiológico que contiene también otras variables como la tasa de incidencia acumulada durante los últimos 14 días, que son las que ahora toman las autoridades sanitarias como referencia a la hora de decretar la imposición de las nuevas limitaciones.

La última reunión del Labi, el viernes 26 de marzo, situó ese tope en los 400 casos por cada cien mil habitantes en la antesala de la Semana Santa. Como consecuencia directa de aquella reunión cinco municipios del territorio, Iruña Oka, Urkabustaiz, Zigoitia, Elvillar y Elciego, quedaron en situación de cierre perimetral durante la semana marcada por las celebraciones religiosas. La aplicación de las medidas, desde el sábado 27 de marzo, libró de esa penitencia a la capital alavesa, que ya entonces presentaba un inquietante guarismo de 399 contagios como tasa de incidencia acumulada. Solo un puñado de décimas separaron a Gasteiz de ese límite en primera instancia y lo mismo sucedió cuando se decretó la fecha de revisión de las medidas cada lunes. Al ser ayer jornada plenamente festiva no se procedió a tal revisión y esa llegará en la jornada de hoy martes.

La evolución de los datos en el territorio durante los últimos cuatro días ha hecho aflorar 370 nuevos contagios en Álava. La mayor parte habrán estado radicados en la capital por lo que con total seguridad se habrá sobrepasado ese peligroso límite de los 400 casos por cien mil habitantes en los últimos 14 días. La evolución habrá sido paralela también en el dato global de todo el territorio y también se habrá doblegado ese umbral. A falta de la confirmación oficial, que llegará este mediodía con la comparecencia de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, esta acumulación de positivos en Gasteiz y Álava les va a llevar a sumergirse en una etapa de cierre perimetral hasta que se caiga por debajo de la incidencia acumulada de 400 casos.

La nueva batería de medidas se anuncian en la jornada de hoy y comenzarán a estar vigentes desde mañana miércoles. La consecuencia directa es la reducción de la movilidad para quedar constreñida a los límites del termino municipal de Vitoria y los territoriales de Álava. Terminará la posibilidad para los alaveses de desplazarse a otros lugares de Euskadi como se ha podido realizar en la recién terminada Semana Santa. Únicamente se permitirá el tránsito al municipio colindante para la realización de compras y la práctica de actividad física al aire libre.

Otra de las decisiones de calado se volverá a centrar en el sector de la hostelería. La elevada tasa de incidencia acumulada va a llevar a restringir las consumiciones en el interior de los locales más allá de unas franjas, de 06.30 a 9.30 horas para los desayunos, y de 13.00 a 16.30 horas para despachar almuerzos. El resto de consumiciones deberán llevarse a cabo en las terrazas de los respectivos locales, manteniendo las ocho de la tarde como horario para poner fin a la actividad diaria. Los locales de juego y apuestas solo podrán prestar en su interior servicios de hostelería en esas franjas.

La realización de ejercicio físico en recintos de interior y cerrados, salvo la que afecte a entrenamientos y competiciones de equipos profesionales y federados, no deberá superar agrupaciones de 4 personas. En estas localidades, donde se sobrepase la tasa de 400 casos, se determina el cierre de vestuarios y duchas en instalaciones deportivas, salvo en piscinas, donde se permite su uso con un 35% de su aforo máximo y la utilización individual de duchas.

Esta actualización de datos que se llevará a cabo al mediodía cambiará algunas reglas del tablero de juego, aunque hay alguna otra que mantendrá su vigencia durante unas jornadas más, a la espera de concretar si hay alguna modificación. Se trata, en concreto, de la referida a la que dicta que, entre el 26 de marzo y el 9 de abril, la permanencia de grupos de personas en espacios privados se limitará a convivientes.

Esta nueva fase de la pandemia para Gasteiz y Álava llega a tres semanas de que las hojas del calendario marquen, el 28 de abril y el 1 de mayo, las jornadas para honrar a los patrones del territorio, San Prudencio y la virgen de Estíbaliz. Ante este panorama de repunte en la cifra de contagios y cuando una posible cuarta ola está llamando a la puerta se antoja complicado un mínimo de celebración festiva.

Situación. Los municipios de Iruña Oka, Urkabustaiz, Zigoitia, Elvillar y Elciego han vivido una Semana Santa de pasión inmersos en un confinamiento perimetral al presentar una incidencia acumulada superior a los 400 casos cuando el Labi implantó las nuevas medidas, con fecha del 27 de marzo. Puntos tan turísticos de Rioja Alavesa como Elciego y Elvillar visto pasar de largo el tren de la temporada turística de Semana Santa. Salvo que alguien hubiera hecho una reserva antes del 26 de marzo, no se ha podido presentar allí ningún visitante generando un importante agujero económico en el sector turístico de las localidades afectadas. También en aquellas fechas Iruña Oka sufrió un brote de coronavirus que se saldó con un cribado masivo entre la población y la confirmación de cinco positivos. Los habitantes de los cinco municipios esperan con ilusión y optimismo esa revisión y actualización del boletín epidemiológico para poder poner punto final a ese largo encierro y abandonar sus dominios. Las incógnitas quedarán despejadas este mediodía con la publicación de unos datos largamente esperados.

Las cuatro jornadas festivas de Semana Santa han dejado sobre la mesa un total de 370 nuevos contagios en Álava

El consumo dentro de los bares se limitará a dos franjas horarias y la práctica deportiva en interiores se reducirá a 4 personas