l estado de alarma ha obligado a Astrid Oster a cerrar temporalmente 21 Kolore, un espacio gasteiztarra de desarrollo personal para crecer y sanar a través de la arteterapia en el que se puede aprender también inglés o alemán. Sin embargo, el confinamiento le ha abierto la puerta al mundo online, en el que invita a padres y madres a descubrir y jugar con los más pequeños adentrándose en el mundo de la creatividad y el arte. "La creatividad está subestimada. Por eso es bueno crear sin plantillas ni patrones, porque lo importante es el proceso, no tanto el resultado, que disfruten todos juntos", explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

Esta alemana de nacimiento lleva ya muchos años dando talleres y recientemente ha enviado una carta explicando las razones que le llevaron ya el 16 de marzo a subir videos a www.instagram.com/21kolore_arteterapia y a www.facebook.com/21kolore para animar a los gasteiztarras a ser creativos con sus seres queridos menores de edad en casa. Ella reconoce en esa misma misiva que al principio le dio "mucho pánico" imaginarse que "iba a estar encerrada en casa durante semanas (esperamos que no sean meses). Me entró una tristeza muy profunda de pensar en mis hijas, pensar que se les iba a privar de su libertad de crecer sanamente, de su libertad de moverse y de disfrutar de las relaciones humanas y de la naturaleza". En ese sentido, asegura que "solo hubo una cosa que me salvó (y me sigue salvando) de esta angustia; la creatividad".

Por eso, invita mediante los vídeos -algunos de ellos compartidos con su hija- a dar rienda suelta a la imaginación con objetos cotidianos como cartones, huevos y próximamente sal, ya que adelanta su intención de hacer masa de sal para que los niños puedan hacer cosas con ella. Al fin y al cabo, incide en que lo importante no es cómo quede el resultado, sino el proceso y disfrutar de él en familia. "Hay niños que son muy activos y esta situación es muy dura para ellos. Por eso, sea como sea, hay que sacarles de esa apatía", asegura.

Para ella el proceso creativo es como la vida misma. "Cuando empiezas creando una rama no sabes cómo va a ser el resultado del árbol, igual que cuando naces no sabes cómo va a ser tu vida de mayor. Hay que disfrutar trazo a trazo y día a día", invita, al tiempo que recuerda que todo esto es beneficioso también para los padres, que pueden encontrar en el arte una forma de dejar a un lado el estrés del largo confinamiento y las preocupaciones que pueda ocasionar.

Desde que subió el primero de los vídeos, asegura que está teniendo bastantes respuestas. Algunos padres comparten con ella a través de redes sociales las creaciones que han hecho con los más pequeños y cada vez más gente se suma a disfrutar creando en casa. Para Astrid, todo esto ha sido además un descubrimiento. "El mundo digital se me había quedado bastante lejos y he visto ahora en esto una oportunidad de ahorrar tiempo porque te puede ver mucha más gente a la vez". Por eso, no descarta que a largo plazo estas herramientas se conviertan en un complemento para su día a día, aunque asegura que "nunca va a sustituir a lo que hago ahora", explica a este diario.

Sin ir más lejos, tiene en mente un nuevo proyecto. Quiere crear un curso online consistente en varios capítulos en el que pueda explicar diferentes contenidos. Es una idea que tiene que desarrollar pero reconoce que las redes sociales y estar visible en ellas y en su página web le está siendo "de gran ayuda". Por eso, Astrid es consciente de que el confinamiento le ha invitado a ser creativa también en otros aspectos.