- El Reino Unido ha endurecido su retórica sobre un brexit duro y ha puesto en jaque la negociación sobre su futura relación con la Unión Europea (UE) con la amenaza de alterar disposiciones ya acordadas para mantener sin fricciones la frontera de Irlanda del Norte.

Antes de que comience hoy en Londres la octava ronda de contactos entre ambos lados del canal de la Mancha, el primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, agregó presión al encuentro al asegurar que no le temblará el pulso para ejecutar una salida sin acuerdo si no se cierra un pacto antes del 15 de octubre. “Quiero dejar absolutamente claro que, como hemos dicho desde el comienzo, ese sería un buen escenario para el Reino Unido. Como Gobierno, nos estamos preparando para que nuestras fronteras y nuestros puertos estén listos”, advirtió Johnson.

El renovado temor a un divorcio desordenado en los próximos meses pasó factura en los mercados a la libra esterlina, que caía un 0,73% frente al euro y un 0,88% respecto al dólar estadounidense.

Las ya escasas perspectivas de avances durante esta semana han quedado condicionadas por la revelación de que el Gobierno británico prepara un proyecto de Ley del Mercado Interno con el que puede anular parte del Acuerdo de Salida de la UE que selló el pasado octubre, tras años de intensas discusiones. El diario Financial Times detalló que esa legislación, que se publicará mañana, trata de “esquivar” las obligaciones aduaneras que adquirió el Reino Unido para mantener abierta la frontera entre las dos Irlandas.

Londres quiere matizar el compromiso de aplicar la regulación europea sobre ayudas estatales en relación al comercio de bienes en Irlanda del Norte, así como la cláusula que exige a las empresas norirlandesas rellenar formularios de exportación al enviar mercancías hacia la isla de Gran Bretaña, según ese periódico. Un portavoz de Johnson confirmó más tarde los planes para tramitar esa ley, aunque aseguró que se trata de “clarificar” el acuerdo de salida, más que de anular ciertas partes.

El Ejecutivo está “dando pasos limitados y razonables para clarificar elementos específicos del protocolo para Irlanda del Norte” y “eliminar cualquier ambigüedad”, aseguró esa fuente. “El primer ministro siempre ha hablado públicamente con claridad sobre cuál es nuestra interpretación del acuerdo de salida”, agregó.

El negociador jefe para el brexit de la UE, Michel Barnier, advirtió de que respetar el acuerdo firmado en octubre es una precondición para mantener la confianza entre ambas partes. En la misma línea, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, declaró que confía en que el Reino Unido implemente lo acordado hasta ahora, un compromiso que considera “un requisito previo para cualquier asociación futura”.

Desde Belfast, la viceministra principal del Gobierno autónomo de poder compartido, la republicana Michelle O’Neill, afirmó que “cualquier amenaza de retroceso en el protocolo irlandés representaría una terrible traición”.

La ruptura definitiva, en diciembre. A pesar de que la negociación sobre el brexit lleva meses bloqueada, la ruptura definitiva de los lazos con la UE se producirá el 31 de diciembre, aunque tanto Londres como Bruselas han indicado que octubre es en la práctica el límite temporal para comenzar a ratificar un pacto o bien para acelerar los preparativos de una salida abrupta.

Así lo señaló el jefe del Gobierno británico en un comunicado. No obstante, mostró su disposición a acercar posturas si la Unión Europea “repiensa sus actuales posiciones” y ofrece al Reino Unido un tratado de libre comercio que no comprometa “los fundamentos de lo que significa ser un país independiente”.