Era el 28 de abril de 1988. Durante las fiestas de San Prudencio de la capital alavesa, un grupo de jóvenes tuvieron una idea: ¿Y si okupaban las antiguas cocheras del Obispado, junto al Palacio de Montehermoso? El edificio, que se encontraba completamente vacío, se convirtió rápidamente en el objetivo de los jóvenes que se habían reunido en la entrada de la 'kutxi'.