Un club de barrio para todo el mundo, sin exclusiones ni pruebas de acceso. Con esa idea surgió el San Martín hace 30 años y con ese mismo leitmotiv sigue trabajando hoy en día en favor del fútbol base.
Desde el verano de 1995 cuando once personas lo pusieron en marcha hasta la actualidad, en su ADN sigue perdurando esa filosofía. La pretensión era clara: que un niño que quisiera hacer deporte, pudiera hacerlo sin problema alguno. Pues bien, el objetivo de los fundadores se ha hecho realidad.