Sí, quiero mucho a mi pareja, todo lo comparto con ella y en este caso no iba a ser menos con nuestro hogar. O quizá, mejor hacer las cosas pensando más de forma práctica (como me aconsejan mis padres) y que cada uno tenga sus cosas… no sea que, con el tiempo, nos separemos, tengamos problemas o no estemos hechos el uno para el otro.

¿Te suena? Es la duda que se le plantea a muchos jóvenes como tú (no eres el único) cuando tienen la oportunidad de comprarse por fin su propia casa, en este caso una vivienda de VPO.

Un momento en el que seguro le estás dando vueltas a la idea de, o bien ser el único propietario o bien compartir propiedad y titularidad de la casa con tu pareja sentimental.

Para poder acceder a una vivienda de VPO, antes de pensar en tu pareja, debes tener presente si cumplís los requisitos básicos Freepik

Por eso, antes de dar el paso definitivo, espera a leer lo que los expertos de Adania tienen para ti; no en vano con una experiencia de más de 40 años en el sector inmobiliario su consejo cuenta y mucho a la hora de tomar una decisión en la que la cabeza y el corazón no entren en disputa por un asunto inmobiliario. 

Imagen de la oficina de Adania Inmobiliaria, que apuesta por la construcción y promoción de VPO Adania

Cuando entran los sentimientos (o, mejor dicho, el dinero de tu pareja)

Para poder acceder a una vivienda de VPO, antes de pensar en tu pareja, debes tener presente si cumples (o cumplís, si vais a figurar los dos como propietarios de la casa) los requisitos básicos para comprar este tipo de viviendas protegidas.

Esto es: estar empadronados en el País Vasco, que los miembros de la unidad de convivencia (esto es, tú solo si eres el único titular o ambos si decides hacer la compra con tu pareja) no tengan ninguna vivienda en propiedad salvo excepciones (y esto incluye incluso ciertos porcentajes de inmuebles que, por ejemplo, se hayan recibido como parte de una herencia) y que los ingresos ponderados anuales de la unidad familiar estén entre unos baremos establecidos (superiores a 9.000 € e inferiores al máximo establecido en la normativa). 

Teniendo esto en la mano te resultara mucho más sencillo tomar una decisión al respecto y aquí casi tienes la respuesta a tu pregunta del comienzo.

En el caso de que tú mismo, con tus ingresos, no cumplas con el baremo económico igual es necesario contar con la ayuda económica (somos poco románticos, lo sabemos) de tu pareja.

Pero cuidado, si con la suma de los ingresos de los dos os pasáis del máximo establecido, no podréis comprar de manera conjunta una vivienda de protección oficial. 

Esta es la clave de todo, amén del resto de requisitos, si pensáis compartir todo todo en la vida (también vivienda mediante).

Tendréis que fijaros si estáis dentro de los límites máximo y mínimo que marca la normativa en este sentido para ser propietarios de este tipo de hogares (tanto unidos como separados).

VPO en Aratxabaleta Adania

En caso de que quieras ser tú el único titular y cumplas con esta premisa, ya solo tendrás que seguir los dictados del corazón si quieres compartir algo más con la persona que quieres. 

Este es el único motivo que se debe tener en cuenta, como nos recuerdan los profesionales de AdaniaFuera de esto, ya son las circunstancias vitales y personales de cada persona las que les lleven por un camino u otro.  

Ante todo, la recomendación que te hacen desde Adania es sopesar muy bien ambas opciones ya que no hablamos de algo que se pueda dejar al azar (eso la sabes de sobra, calculadora en mano haciendo números).

La compra de una vivienda, también de VPO aunque con otras circunstancias, es uno de los desembolsos más importantes que hará en su vida una persona y, por tanto, es normal que surjan ciertas dudas.

Y nada mejor que contar con la total confianza de un grupo empresarial y familiar como Adania con más de 40 años en el sector.

Una dilatada experiencia en la que han apostado, como parte de su seña de identidad, por la promoción y construcción de vivienda protegida y sin que tengas que renunciar a la calidad cuando tomas la decisión, por fin, de volar del nido familiar.