Casi medio centenar de ferias agrícolas y ganaderas en todo el territorio recibieron apoyo de la Fundación Vital el año pasado. Pero mientras algunas personas siguen viendo estos eventos como una actividad meramente turística, las ferias son una palanca real de desarrollo rural y comunitario. Y son una de las mejores herramientas para enfrentarse a los desafíos del sector primario: la despoblación, el envejecimiento, el cambio climático y la presión de grandes distribuidores.
Algunas tienen siglos de historia, como la de Agurain, del siglo XIV. Otras se han consolidado más recientemente, y se han especializado en productos como el queso, la patata, la trufa, el txakoli o el aceite de oliva virgen extra. Pero todas comparten un mismo propósito: mantener vivo el campo alavés.
Para Fundación Vital, todas estas ferias son mucho más que citas comerciales. Son instrumentos que fortalecen el tejido social, favorecen la cohesión territorial y ofrecen nuevas oportunidades a quienes viven y trabajan en el medio rural.
Ferias de mayo
11 (domingo): XXI Feria de Kuartango del Perretxiko y la Vaca Terreña Perretxikos y productos de cercanía. Exposición de ganado de vaca terreña.
15 (jueves): Feria de San Isidro (Respaldiza) Mercado de productores, maquinaria agrícola, y concursos de ganado de vacas pirenaicas.
18 (Domingo): Feria de San Isidro (Laguardia) Mercado de artesanía, productores locales, alimentación y mucho más.
25 (sábado): Txakoli Eguna Concurso gastronómico en el que un ingrediente imprescindible tiene que ser el txakoli elaborado en Amurrio.
31( sábado): Arroces de Aldabe. Arroces de aquí elaborados por colectivos y personas del barrio.
Aliada estratégica
Además de proporcionar recursos materiales –carpas, stands, señalización o equipamiento–, la fundación actúa como aliada estratégica, trabajando con ayuntamientos, cuadrillas y asociaciones para asegurar el arraigo y la continuidad de estos encuentros.
Así, cada feria ofrece un escaparate de la riqueza agroalimentaria de Álava. Productos como la alubia pinta, el perretxiko, la castaña, el txakoli, o la sidra se presentan en condiciones óptimas, con degustaciones, concursos y demostraciones que permiten al consumidor conocer el origen y el valor del producto. Al mismo tiempo, estos espacios fomentan el consumo de cercanía, reducen la huella ambiental y refuerzan la sostenibilidad del modelo agroalimentario.
Conocimiento y tendencias
Las ferias también sirven como plataforma para la divulgación del conocimiento y las últimas tendencias en el sector agropecuario. A través de talleres, ponencias y encuentros técnicos, los agricultores y ganaderos encuentran en ellas un entorno donde actualizarse, intercambiar experiencias y acceder a redes de colaboración.
Pero su impacto va más allá del sector agrario. Las ferias suponen una inyección económica directa para pueblos y comarcas. El atractivo de poder probar y adquirir productos de cercanía directamente a los productores aumenta la afluencia de visitantes, dinamiza el comercio local y refuerza la actividad de bares, restaurantes y alojamientos.
Identidad rural
Conviene recordar que son también eventos que refuerzan el sentido de identidad: reúnen a generaciones diversas, conectan el ámbito urbano y rural, y visibilizan una forma de vida que sigue siendo clave para el equilibrio territorial de Álava.
La apuesta de la entidad por dinamizar el sector primario alavés tiene su máximo exponente en la celebración del Mercado de Navidad de Fundación Vital, que tiene lugar el jueves anterior a Nochebuena.
Además de la venta de productos de alimentación y alimentos ecológicos se realizan degustaciones y catas de maridaje en un ambiente lúdico con exhibiciones de herri kirolak y animación musical. También la venta de artesanía relacionada con actividades tradicionales ligadas al sector primario y los sorteos de productos locales facilitan las ventas de los productores y les dan visibilidad. Todo ello realizado de forma sostenible ya que por quinto año consecutivo consiguió la certificación de Erronka Garbia-Evento Ambientalmente Sostenible.
Fundación Vital considera su apoyo a las ferias como un modelo de futuro. Un modelo en el que el mundo rural no se percibe como un espacio marginal, sino como un ecosistema vital que contribuye a la economía, la cultura y la sostenibilidad del territorio. En cada feria, con cada puesto y cada producto, se celebra ese compromiso colectivo.