Convincente estreno del Deportivo Alavés para la temporada 2025-26. Pese a tener aún la plantilla en construcción, los babazorros fueron capaces de tomar ventaja, sobreponerse al empate y acabar venciendo a un Levante que no será un rival sencillo para los implicados en la lucha por la salvación. Toni Martínez, Jeremy Toljan y Nahuel Tenaglia (2-1) fueron los goleadores.
No sorprendió en exceso Eduardo Coudet con su primer once para el nuevo curso. Las únicas dudas residían en la retaguardia, donde apostó por Víctor Parada junto a Jonny, Nahuel Tenaglia y Facundo Garcés, y en la punta, para Toni. Antonio Sivera en la meta, Antonio Blanco y Pablo Ibáñez en el centro y Carlos Vicente y Carles Aleñá en las bandas cerraron el 4-2-3-1.
El Alavés saltó intenso al terreno de juego, igual que lo hizo el Levante. Ambos conjuntos priorizaron el orden táctico, minimizando las opciones de cometer errores, y eso derivó en una primera media hora sin ocasiones de gol ni combinaciones ofensivas reseñables. No hubo dinamismo. Los pocos acercamientos de los locales fueron fruto de jugadas a balón parado.
Esto último, que pasara entre poco y nada en un principio, era algo que buscaba claramente Julián Calero. Así lo manifestó el propio entrenador granota en la pausa hidratación, consciente de que un varapalo tempranero, siendo su equipo un recién ascendido, hubiera sido difícil de levantar en un feudo tan exigente como Mendizorroza. Pidió personalidad a partir de ahí.
Lo que seguramente no esperaba el técnico es que, poco después de su motivador discurso, el Alavés tomaría ventaja en el electrónico. Ocurrió en la segunda jugada de un córner, por medio de un buen cabezazo de Toni a centro medido de Carles Aleñá (1-0, min. 36). Gran chute de motivación para un delantero murciano que necesita volver a sentirse importante en Vitoria.
A partir de ese momento, descorchada la botella, los babazorros se mostraron superiores al Levante. La zaga granota fue resquebrajándose cada vez más, sobre todo por su izquierda, y el Glorioso se acercó repetidamente a la portería defendida por Campos. Vicente emergió como un quebradero de cabeza para el exbabazorro Manu Sánchez, condicionado por la amarilla.
Fue una pena, eso sí, que el Alavés no aprovechara ese gran tramo de juego para marcharse a los vestuarios con una ventaja mayor. Ciertamente, solo faltaron remates, pues balones sobrevolaron de sobra el área del cuadro levantinista. Uno de los problemas del curso pasado que aún se mantiene en la actual, si bien no tiene fácil solución dado el perfil de los mediapuntas.
Aparte de los ya citados, en esa primera mitad hubo que destacar a Blanco. El mediocentro cordobés lideró, como siempre, la salida de balón del conjunto gasteiztarra -solo Aleñá tuvo la misma incidencia en el juego en cuanto a toques de balón se refiere- y fue un incordio en las triangulaciones de los visitantes. Todo ello, además, portando el brazalete de capitán.
REACCIÓN TRAS EL EMPATE
A la vuelta del intermedio, el Alavés no se complicó. Fue inteligente, controlando el balón pero sin arriesgar demasiado, y esperó a que el Levante se viera obligado a dar un paso adelante y descuidara su defensa. Jugar con el resultado, sin embargo, siempre tiene sus riesgos. Y los albiazules pagaron caro un error propio, justo cuando los granotas se estaban creciendo.
Garcés, impoluto hasta ese momento del choque, no se entendió con Jonny al defender a Brugué, el remate de este lo desvió Sivera y Toljan, desde atrás, envió el rechace al fondo de la red (1-1, min. 68). Hubo reacción de los locales inmediatamente, pero faltó acierto. Fue una jugada rocambolesca en la que, incluso, pudo haberse señalado penalti por mano de Elgezabal.
Poco después, el Chacho Coudet agitó por fin el árbol, dando entrada a Abde Rebbach (Ibáñez) y Mariano Díaz (Guridi). Y el hispano-dominicano estuvo cerca de poner el 2-1 nada más saltar al verde. Solo la gran parada de Campos, tras un notable centro raso de Parada, le frustró su cita con el gol. Más tarde también tuvieron sus minutos Calebe (Vicente), Yusi (Parada) y Guevara (Aleñá).
Quemar las naves y volcarse al ataque tuvo premio para el Alavés, que terminó llevándose la contienda sobre la bocina. Y el protagonista, cómo no, tuvo que ser Tenaglia. Dela no despejó bien otro centro a ras, esta vez de Blanco, y por detrás apareció el argentino para levantar a las gradas del Paseo de Cervantes y dar al conjunto albiazul su primer triunfo del curso.