Durante 2018, se registraron en la Comunidad Autónoma Vasca un total de 3.572 solicitudes de ayuda por excedencias para el cuidado de hijos o hijas. Sólo 156 fueron solicitantes hombres. Del mismo modo, de las 17.839 solicitudes de ayuda por reducciones de jornada, ni siquiera una de cada diez fueron de padres, que se quedaron en el 9,5% del total.
Los datos demuestran que el peso del cuidado de los hijos e hijas en los primeros años de vida sigue recayendo en las madres. Pero la experiencia también apunta que si los padres disfrutan de más tiempo para estar con su bebé se generan vínculos "más fuertes y seguros", lo que incide de manera positiva en el crecimiento de los y las menores.
Para favorecer este cambio de tendencia, el pasado 22 de octubre el Consejo de Gobierno Vasco aprobó un decreto pionero de ayudas para favorecer la conciliación familiar y laboral.
Gracias al mismo, los progenitores no gestantes de la CAV cuyos bebés hayan nacido entre del 1 de noviembre y hasta el 31 de diciembre de 2019 podrán disfrutar de más tiempo para su cuidado gracias a una excedencia remunerada por las semanas de diferencia entre su permiso (8 semanas) y el que disfrutan las madres gestantes (16 semanas).
En desarrollo de la normativa estatal, los progenitores de bebés nacidos a partir del 1 de enero de 2020, disfrutarán de un permiso por nacimiento de 12 semanas, que correrán a cargo de la Seguridad Social, por lo que la ayuda a la excedencia del Ejecutivo vasco será de 4 semanas.
El número de semanas de la ayuda a la excedencia se incrementa en algunos casos; así, en los casos de discapacidad del hijo o de la hija, la ayuda será de una semana extra hasta alcanzar un total de 17 semanas; en los partos múltiples se incrementa una semana por cada hijo o hija distinto del primero y, en el caso de las familias monoparentales, se incrementan 8 semanas hasta alcanzar un total de 24 semanas.
Los requisitos para acceder a la ayuda pasan por tener residencia y un año de antigüedad de empadronamiento en la CAV o 5 años continuados en los últimos diez años. La persona solicitante deberá estar empadronada con su hijo o hija y haber agotado la prestación de la Seguridad Social por nacimiento o cuidado.
Además, la madre deberá haberse incorporado completamente a su puesto de trabajo y el bebé no podrá asistir a un centro de educación infantil durante la excedencia. Esta excedencia para la equiparación del permiso de maternidad y paternidad ha de disfrutarse dentro del primer año de vida del bebé.
La ayuda se solicita tras haber finalizado las semanas de excedencia a las que se tiene derecho y solo es posible una única solicitud.
Los objetivos son el fortalecimiento del vínculo de ambos progenitores con su bebé y avanzar en materia de igualdad. "Hasta ahora han sido las madres las que más se han involucrado en los primeros años de la crianza de los hijos e hijas. Lo que queremos, es garantizar el derecho de los aitas a cuidar y atender a sus hijos e hijas en las mismas condiciones que las madres", explica Elena Echeberria, técnica de la dirección de Política Familiar y Diversidad del Gobierno Vasco.
De momento, no hay datos sobre número de solicitudes o cuantías de las ayudas, pero sí se ha detectado un importante interés por la ayuda a través de las consultas realizadas en las oficinas de atención ciudadana Zuzenean, con una media de entre 25 y 30 consultas diarias. Más información en el teléfono 012 o en www.euskadi.eus.