El Parque Natural de Izki es uno de los tesoros mejor guardados de Álava. Con sus más de 9.000 hectáreas de bosques, montañas y ríos, este espacio protegido es un destino ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza. Pero si hay una estación del año en la que Izki despliega toda su magia, es en otoño

Una joya otoñal

Los colores ocres, dorados y rojizos que pintan el paisaje brindan un espectáculo visual digno de contemplar en estos meses en los que las hojas se caen y el frío asoma. 

Por lo tanto, recorremos algunas de las rutas más destacadas para disfrutar de este entorno.

Ruta del monte Soila 

Esta ruta es ideal para quienes buscan un paisaje montañoso y vistas panorámicas. El monte Soila, con sus 994 metros de altitud, se puede alcanzar desde la caminata que parte desde Korres, el corazón del parque, y recorre bosques de robles y hayas.

Durante el ascenso, los caminantes pueden contemplar las formaciones rocosas que hacen de Izki un lugar singular. La ruta, de unos 8 kilómetros, es de dificultad media, por lo que es perfecta para un día de senderismo sin demasiadas exigencias.

Ruta del barranco de Izki 

Otra de las joyas de este parque es el barranco de Izki, un recorrido que te adentra en el corazón del bosque de roble, uno de los más extensos de la zona. En otoño, este paisaje cambia radicalmente, dibujando una paleta de colores cálidos que transforman la experiencia de la caminata. 

La ruta, de aproximadamente 10 kilómetros, discurre paralela al río Izki, lo que añade un componente de tranquilidad a la travesía. De dificultad baja, es apta para familias y para aquellos que desean disfrutar del entorno sin prisas.

Ruta de los pastores 

Para los amantes de la historia y la cultura, la ruta de los pastores es una opción fascinante. A lo largo de 12 kilómetros, los senderistas siguen antiguos caminos utilizados por los pastores para guiar a sus rebaños. El recorrido atraviesa áreas abiertas con bosques de robles, regalando amplias vistas del paisaje rural alavés. 

Durante el otoño, las hojas caídas de los árboles crean una alfombra natural bajo tus pies, intensificando la conexión con la naturaleza. La ruta parte desde el pueblo de Apellaniz y es de dificultad moderada.

Ruta del monte Kapildui 

Para los más aventureros, la ruta que asciende al monte Kapildui es una de las más desafiantes Con sus 1.177 metros, es el pico más alto del parque, y desde su cima se pueden contemplar las montañas de la Sierra de Cantabria y los valles circundantes. 

El sendero comienza en la localidad de Maeztu y discurre a través de frondosos bosques que, en otoño, se tornan de un vibrante color ámbar. Es una ruta de unos 12 kilómetros y de dificultad alta, recomendada para aquellos con experiencia en montaña.

Ruta por el hayedo de Korres 

El hayedo de Korres es uno de los más bellos y representativos del parque, especialmente en otoño, cuando las hojas de las hayas se transforman en un espectáculo de colores naranjas y rojos. 

Esta ruta circular, de unos 7 kilómetros y de dificultad baja, parte desde el pueblo de Korres y es ideal para quienes desean disfrutar de una caminata tranquila en un entorno mágico. 

El recorrido atraviesa pequeñas colinas y valles, con el río Berrón acompañando el trayecto en varios puntos.

Disfruta de la biodiversidad otoñal en Izki  

El Parque Natural de Izki no solo es un paraíso para los senderistas, sino también para los aficionados a la observación de aves y fauna. En otoño, es posible avistar especies como el águila real, el alimoche o el milano negro, que encuentran en Izki un hábitat idóneo. 

Además, el parque alberga una amplia variedad de mamíferos, como ciervos, jabalíes y zorros, que son más visibles en esta época del año.

Montes de Bernedo, en el Parque Natural de Izki Wikipedia / Basotxerri