Álava esconde en su geografía un tesoro natural poco conocido, pero que despierta el interés de quienes lo visitan: sus cuevas. Estas formaciones subterráneas, moldeadas a lo largo de millones de años por la acción del agua y el viento, brindan un paisaje único que mezcla historia geológica, biodiversidad y misterios del pasado

Desde cavernas cargadas de estalactitas y estalagmitas hasta aquellas que han sido habitadas por humanos en la prehistoria, la provincia alavesa representa una oportunidad única para los amantes de la naturaleza, la aventura y la arqueología.

Con el objetivo de ahondar más en estas apasionantes maravillas naturales, vamos a descubrir varias cuevas que podemos ver en Álava

Cueva de la Leze: un cañón subterráneo

Uno de los sistemas subterráneos más impresionantes es la Cueva de la Leze, situada en la sierra de Altzania, entre Álava, Gipuzkoa y Navarra. Es una gruta que atraviesa de lado a lado una montaña, formando un túnel natural de más de 80 metros de altura. 

Es un destino perfecto para los amantes del barranquismo y la espeleología, ya que en su interior fluye un río que se convierte en el escenario ideal para practicar deportes de aventura.

Lo que hace única a La Leze es que no es solo una cueva, sino un verdadero cañón subterráneo. Para explorarla, los visitantes deben descender en rappel desde lo alto de la montaña, siguiendo el curso del río entre estrechos pasajes y saltos de agua. 

Cueva de los Goros: un refugio para la biodiversidad

En las proximidades de la Sierra de Badaia, en los Montes Vascos, se encuentra la Cueva de los Goros. En su interior habitan diversas especies de murciélagos, algunas de ellas en peligro de extinción, por lo que la cueva esté protegida como refugio para estos animales.

Los expertos en espeleología y biología visitan regularmente la cueva para estudiar a estos mamíferos nocturnos, que juegan un papel esencial en el ecosistema.

La Cueva de los Goros también ofrece una gran belleza natural. En su interior, las estalactitas y estalagmitas, junto con los juegos de luces naturales que se producen por las aberturas en la roca, añaden un toque mágico a la visita.

Cueva de San Adrián: un túnel cargado de historia

La Cueva de San Adrián, también conocida como el Túnel de San Adrián, es otro gran atractivo subterráneo. Situada en plena sierra de Aizkorri, muy cerca de la provincia de Álava, esta cueva ha sido un importante paso natural desde tiempos remotos. 

Antiguamente, el túnel conectaba el norte y el sur de la Península Ibérica, siendo utilizado por pastores, comerciantes y peregrinos. De hecho, es parte del Camino de Santiago

El paso por la Cueva de San Adrián es una experiencia inolvidable. Los visitantes no solo pueden admirar las formaciones geológicas, sino que también pueden contemplar cómo era este lugar hace cientos de años.

Además, en los alrededores de la cueva se han encontrado restos arqueológicos que atestiguan la presencia humana desde tiempos prehistóricos.

Una de las entradas a la cueva de San Adrián Wikipedia/Xabier Eskisabel

Cueva de Mairuelegorreta: un laberinto subterráneo

Situada en la Sierra del Gorbeia, la Cueva de Mairuelegorreta es una de las más extensas y fascinantes de Álava. Con más de 12 kilómetros de galerías, es un auténtico laberinto subterráneo que ha atraído a espeleólogos de todo el mundo. 

Aunque no todas sus zonas están abiertas al público general, los tramos accesibles ofrecen una experiencia única para los aficionados a la exploración.

La cueva alberga diversas salas y galerías repletas de formaciones calcáreas, como estalactitas, estalagmitas y columnas que parecen esculturas naturales. Uno de los puntos más impresionantes es la Sala de los Desprendimientos, donde enormes bloques de roca se han desplomado desde el techo, creando una atmósfera imponente.