El lehendakari tiene en su mano anunciar la fecha de las próximas elecciones vascas y todavía no la ha confirmado oficialmente, pero los gestos y los mensajes parecen apuntar con claridad a que esta legislatura ha llegado a su final. El Parlamento Vasco ha celebrado este viernes un pleno de control que podría ser el último si se confirma que dentro de una semana, el 26 de febrero, Iñigo Urkullu anunciará la disolución de la Cámara y la convocatoria de las elecciones el 21 de abril.

El Parlamento acaba de aprobar las tres últimas leyes que se encontraban en su fase final de tramitación, se espera rematar la negociación de tres competencias con el Estado este mismo mes, y se han cumplido otros hitos señalados por Urkullu sobre las listas de espera sanitarias, los bonos sostenibles y la emancipación juvenil. Este mismo viernes, el lehendakari ha aprovechado para sacar brillo al balance. Una vez más, la oposición le preguntó qué lectura hace de las críticas que recibe desde algunos ámbitos y cómo interpreta las previsiones de las encuestas electorales, un debate que Urkullu aprovechó para reivindicar esta legislatura sobre dos pilares: el consenso para aprobar las leyes aunque PNV y PSE cuentan con una mayoría absoluta suficiente, y la mejora de los datos socioeconómicos como la tasa de riesgo de pobreza y abandono escolar, la renta per cápita o el paro (el objetivo era situarlo por debajo del 10% y se ha alcanzado un 6,3% según el INE). Sobre Bildu, le afeó que predique ahora el respeto a la lista más votada y no lo practique ella misma en las instituciones.

No es nuevo que la oposición se despida del lehendakari y, de hecho, el popular Carlos Iturgaiz lleva semanas haciéndolo, lo que ha provocado una situación un tanto rocambolesca: tras calificar a Urkullu como lehendakari en funciones y agradecerle el trato a su grupo, ha tenido que volver a verlo varias veces más en los plenos. EH Bildu ha dado por agotada la legislatura desde finales de noviembre, desde que se filtró el nombre de Imanol Pradales como sucesor de Urkullu. La oposición, sin embargo, no ha conseguido marcar los tiempos, y el lehendakari ha seguido adelante hasta cumplir los compromisos adquiridos. Llegados a este punto y con las iniciativas encarriladas, sobrevuela en el ambiente el fin de ciclo, impresión que quedó amplificada con la presencia en el Parlamento de su esposa, Lucía Arieta-Araunabeña. Este mismo lunes, además, el lehendakari recibirá a las 9.00 horas en Ajuria Enea al líder del PSE, Eneko Andueza y, media hora después, al presidente del EBB, Andoni Ortuzar, en una convocatoria que de manera inevitable provoca una sensación de despedida.

"El 73% confía en el Gobierno"

Urkullu respondió a otra pregunta de Iturgaiz, quien arremetió contra su gestión de la pandemia y “las precarias condiciones de los sanitarios vascos”. Incluso trató de buscar contradicciones con el discurso de Pradales cuando el candidato jeltzale apuesta por mejorar Osakidetza. “Ustedes han gestionado tan mal, que hasta los suyos lo reconocen”, dijo.

Urkullu no le negó los problemas y repitió que su Gobierno gestiona desde la “autoexigencia” y el deseo de mejora continua, pero contraatacó con datos objetivos: “Euskadi cuenta hoy con más de un millón de personas trabajando y cotizando. Nunca lo habíamos conseguido con anterioridad. La tasa de paro se ha ido reduciendo año a año. Nuestro objetivo era bajar el paro del 10%, y luego del 8%. En la actualidad es del 7%, según la PRA (encuesta vasca del Eustat) y del 6,3% según la EPA (datos del INE estatal). El producto interior bruto per cápita ha crecido y ha superado los 35.000 euros, por encima de la media europea. Las exportaciones han aumentado año a año y han superado los 32.000 millones. El sector turístico también, y hemos alcanzado las 9 millones de pernoctaciones. Lo incuestionable es que Euskadi crece y crea empleo año a año”.

Urkullu continuó su repaso asegurando que la emisión de gases de efecto invernadero se ha reducido, que la tasa de riesgo de pobreza es seis puntos inferior a la media europea, la tasa de abandono escolar se sitúa “en mínimos históricos”, el índice de desarrollo humano coloca a Euskadi entre “los 15 primeros países del mundo, a la altura de Canadá, Nueva Zelanda o Bélgica”, y “hemos avanzado en bienestar y calidad de vida”. “No es un logro del Gobierno, es un logro del país. Lo estamos consiguiendo juntos, y debemos seguir por el mismo camino”, dijo. 

El lehendakari trató de desactivar el discurso de la oposición deslizando que no se corresponde con la percepción real de los vascos. Dijo que “el 73% de la ciudadanía vasca según el Eurobarómetro muestra su confianza en el Gobierno”, lo que supone que “la sociedad vasca sería la que más confianza muestra en el Gobierno de su país en toda Europa”.

Mendia esgrime los datos del mercado laboral para los más vulnerables

La vicelehendakari segunda, la socialista Idoia Mendia, quien se encarga de la consejería de Trabajo y Empleo, reivindicó las cifras del mercado laboral vasco con situaciones concretas de colectivos vulnerables: “Hay casi 75.000 personas más afiliadas a la Seguridad Social que cuando arrancó la legislatura, 33.000 jóvenes y 46.000 mujeres más incorporados al mercado laboral; 200 mayores de 50 años a los que, apenas en tres meses, hemos recuperado para el empleo; 60 mujeres inmigrantes que han podido profesionalizarse para cuidar mejor. Puertas que se abren y oportunidades”.

Urkullu defiende los consensos

El lehendakari tuvo que responder a más preguntas de la oposición. A Amaia Martínez, de Vox, le expuso el argumento del “consenso” a pesar de la mayoría absoluta de PNV y PSE. “En tres de cada cuatro leyes aprobadas, hemos contado con el concurso de algún grupo de la oposición. Esto es fruto de una actitud y de una voluntad, no solo con los grupos, también con las entidades y asociaciones representativas de la sociedad”, dijo. Este jueves, el Parlamento aprobó las leyes de Infancia y Adolescencia, Cooperación y reforma de la Ley Trans con los respaldos de EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU y, en el caso de la cooperación, también del PP. En esta legislatura también han sido aprobadas por consenso otras leyes como las de Transición Energética y Cambio Climático, Memoria Histórica, Juventud o Igualdad.

Cruce con EH Bildu

Desde EH Bildu, Nerea Kortajarena preguntó a Urkullu sobre las consecuencias que debería tener en la gobernabilidad el “incremento de la fuerza del soberanismo”, y defendió que la próxima legislatura tiene que ser “clave para establecer otro tipo de relación con el Estado”. Urkullu recordó a Bildu que está apoyando en el Estado y en Nafarroa a un Gobierno que no ganó las elecciones, mientras que “en Euskadi no han apoyado al Gobierno que sí ganó las elecciones”. Añadió que Bildu gobierna en Iruñea sin ser primera fuerza y que la cabeza de lista en Bizkaia fue alcaldesa de Durango sin ganar los comicios. “Deciden quién pasa el filtro y quién no, como antes apoyaban una estrategia de violencia que dictaba quién sobraba y quién no”, dijo, para añadir que Bildu no acepta “la pluralidad del país” y tampoco es capaz de generar confianzas para gobernar.

La reunión del lunes

Por otro lado, fuentes del EBB del PNV atribuyen un doble propósito a la reunión que tendrá lugar el lunes entre el lehendakari, Ortuzar y Andueza: hacer balance de la legislatura, “que se acerca a su fin, en un momento muy dulce para el Gobierno” y los dos partidos que lo integran por el “altísimo grado de cumplimiento” del programa, y abordar el estado de las tres competencias pendientes que avanzan “relativamente bien”. Por tanto, creen que “entra dentro de la normalidad” esta cita para analizar el panorama actual.