“La solidaridad nos une”. Las palabras que ha pronunciado la consejera Nerea Melgosa durante el pleno celebrado este jueves en el Parlamento Vasco han resumido con precisión el tono del debate. La Cámara ha aprobado las tres últimas leyes del Gobierno de Iñigo Urkullu en una sesión de guante blanco y con grandes consensos, algo que resulta insólito hasta cierto punto si se tiene en cuenta que la carrera electoral está muy cerca de comenzar, si se confirma que los comicios tendrán lugar el 21 de abril. El Gobierno de PNV y PSE, que contaba con una mayoría absoluta suficiente, decidió sin embargo negociar para lograr los votos a favor de EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU a las tres leyes, y también contó con el respaldo del PP en la normativa de cooperación. La consigna era hacer lo posible para dar la talla en el debate de tres iniciativas de contenido social: Infancia y Adolescencia, Cooperación y Solidaridad, y modificación de la Ley Trans de no discriminación por razones de identidad de género y reconocimiento de los derechos de estas personas. El reto era responder a las expectativas de los colectivos sociales que siguieron la sesión en la tribuna de invitados, en una fecha muy simbólica, el sexto aniversario del suicidio del joven trans Ekai Lersundi mientras se encontraba a la espera de recibir tratamiento. El Parlamento ha cerrado la producción legislativa alumbrando avances sociales y con el aplauso de colectivos como Naizen, de apoyo a las familias de los menores trans, y Save the Children.

El padre de Ekai, Elaxar Lersundi (primero por la derecha) en el Parlamento Vasco Europa Press

Atención primaria para las personas trans

Las emociones estuvieron a flor de piel en la reforma de la Ley Trans, que congregó a una nutrida representación del colectivo Naizen y al padre de Ekai. La norma se gestó a través de una proposición de ley de PNV, PSE y Elkarrekin Podemos-IU, y supone que se aplique la cartera de servicios de Osakidetza y se pongan en funcionamiento los servicios de atención primaria, además de una unidad especializada. Hasta la fecha, hay una sola unidad centralizada en Cruces, lo que complica recibir una atención cercana. Se trata de evitar demoras y que nadie más vuelva a pasar por el trance que tuvo que vivir Ekai. Se recoge que las personas tengan derecho a participar en la toma de decisiones médicas y que, si son menores de 16 años, el consentimiento lo conceda su representante legal. Además, las administraciones públicas obrarán teniendo en cuenta la identidad de género y evitarán situaciones de sufrimiento a los menores. Con EH Bildu se pactaron más novedades como instaurar una fecha conmemorativa y cláusulas en los convenios laborales para evitar una discriminación. El colectivo Naizen lo aplaudió como un paso importante. El PP votó en contra con el argumento de que, aunque está a favor de los derechos de estas personas, no quiere “hacerlo de forma que pueda generar inseguridad jurídica”.

Sin niños en anuncios de refrescos y comida rápida

La Ley de Infancia y Adolescencia tuvo el respaldo de PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, mientras que PP y C’s se abstuvieron y Vox votó en contra. La ultraderecha se desmarcó de las tres iniciativas porque cree que todas son innecesarias y, a su juicio, ya hay legislación internacional, estatal o preceptos constitucionales a los que agarrarse, lo que supone despreciar nuevamente la labor de los parlamentos autonómicos.

La Ley de Infancia y Adolescencia recoge la prohibición de utilizar a niños y niñas en la publicidad de alcohol y tabaco, y se ha enriquecido con las aportaciones de EH Bildu para extender esa prohibición a los anuncios de bebidas energéticas y comida rápida, para prevenir la obesidad infantil. Con Elkarrekin Podemos-IU, se ha acordado que la publicidad no pueda recurrir a elementos fantasiosos que induzcan a los niños a pensar que van a ser más fuertes o más queridos entre sus compañeros por consumir ciertos productos. Con este grupo se acordó, asimismo, asumir el compromiso político de aumentar progresivamente los permisos por cuidados. 

Melgosa ensalzó esta normativa como la ley “más progresista y que convierte a los niños en sujetos de derechos". En ese mismo análisis coincidió Save the Children, quien situó esta ley “a la vanguardia” de las legislaciones autonómica y estatal. El PP reconoció que le han aceptado 20 de sus 70 enmiendas y que esas aportaciones han mejorado la ley, por ejemplo, contemplando la protección del menor frente a organizaciones de carácter sectario. Sin embargo, se desmarcó del proyecto porque se ha eliminado una referencia a las fuerzas de seguridad del Estado y eso supondría que los niños no puedan dirigirse a la Guardia Civil o la Policía española para denunciar, un argumento que no entendieron PNV ni PSE porque las competencias son de la Ertzaintza y las policías municipales y están muy al alcance de cualquier ciudadano que necesite ayuda.

El 0,7% de la Ley de Cooperación

La Ley de Cooperación tuvo el respaldo de PNV, PSE, EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU y el PP, lo que supone rozar la unanimidad. En ella se establece que el Gobierno vasco debe destinar el 0,7% de los Presupuestos anuales a las políticas de cooperación, y no se podrá aportar dinero público a empresas de armas. En el transcurso del debate se recordaron situaciones como la de Gaza o el pueblo saharaui. Melgosa destacó los consensos y lo positivos que son estos acuerdos “para el conjunto de la sociedad vasca”.