- Apenas dos días después de la muerte de Julen Madariaga, ayer falleció Iñaki Aldekoa quien, al igual que el fundador de ETA, hizo un recorrido vital y político que le llevó a militar en la izquierda abertzale, renegar del uso de la violencia y formar parte de Aralar, formación política en la que, además de coincidir con Madariaga lo hizo también con Patxi Zabaleta, compañero suyo de viaje.
Iñaki Aldekoa nació en Zornotza-Amorebieta en 1940. Era ingeniero industrial de profesión y residió durante buena parte de su vida en Iruñea, donde también ocupó escaño como parlamentario foral de Herri Batasuna al ser elegido en los comicios de 1979, 1983 y 1987.
Su trayectoria política se inició en las filas de EGI. Como consecuencia de esa militancia, pasó un año en la prisión de Larrinaga (Bilbao). Posteriormente ingresó en el Movimiento Socialista de Euskadi, donde desarrolló toda su militancia hasta la transición política española, tras la muerte de Franco. En 1978 entró a formar parte de la primera Mesa Nacional de Herri Batasuna, formación de la que era portavoz en el Parlamento de Nafarroa cuando fue condenado por la Audiencia Nacional por “encubridor de actividades terroristas” y estuvo encarcelado entre 1983 y 1985. En 1986 fue elegido diputado al Congreso por Nafarroa, si bien en 1992 fue excluido de la Mesa Nacional de HB por un distanciamiento en la línea oficial de esta formación que, en el año 2000 le llevó a liderar junto al navarro Patxi Zabaleta la corriente crítica Aralar, después constituída como partido político.
En noviembre de 2004 Aldekoa fue elegido en el II Congreso de Aralar miembro del Comité Ejecutivo de este partido, cuya lista al Parlamento Vasco por Álava encabezó en 2005 y fue juntero alavés entre 2007 y 2011.
Consultado por este periódico, el fundador de Aralar, Patxi Zabaleta, recuerda a Iñaki Aldekoa como “hombre frío, que podía llegar a parecer incluso distante”, pero “profundo” y “muy conocedor de Euskal Herria, desde el punto de vista técnico y económico hasta el cultural e histórico”.
El Parlamento de Navarra también se solidarizó con la familia de Aldekoa, enviando sus condolencias. Y en una nota, Sortu trasladó “un fuerte abrazo a la familia de Aldekoa, de quien señala que “fue un represaliado que pagó con cárcel su lucha por la independencia de este pueblo. Es preciso reconocer y poner en valor su compromiso militante”, subraya la formación.