El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, ha apelado al voto útil de todos los que quieran abrir una nueva etapa "progresista" en Cataluña, con una "hoja de ruta" centrada en la lucha contra la crisis de la covid y ha asegurado que si gana "ni habrá tripartito, ni habrá procés".
"No seré el presidente de un bloque", ha recalcado durante un mitin en Girona, circunscripción en la que el próximo 14 de febrero se disputan 17 escaños y donde el PSC, que ahora tienen uno, aspira a ganar por lo menos un diputado más.
Arropado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Illa ha apelado una vez más a los votantes que en 2017 ya "creyeron que hacía falta un cambio" -en alusión a quienes optaron por Ciudadanos, que fue primera fuerza con 36 diputados- a "votar sin etiquetas, con cabeza y corazón", y a confiar en el PSC.
"Nosotros no os vamos a abandonar. Vuelvo para quedarme, si ganamos vamos a responder a vuestra confianza", ha subrayado el exministro de Sanidad, que sin mencionarlo explícitamente se refería al salto de la entonces candidata de Cs, Inés Arrimadas, a la política española poco después de su victoria.
Si consigue ser presidente tras el 14F, Illa ha afirmado que aparcará la confrontación y se centrará en la "política útil y transformadora", la que se esfuerza en resolver los problemas de las personas.
Formación de un Govern progresista
En este sentido, ha subrayado que si el PSC vuelve a "tomar las riendas" de la política "ni habrá tripartito -con ERC y comunes- ni habrá procés", sino que se formará "el Govern progresista que Cataluña necesita". "Ni habrá independencia, ni habrá decadencia", ha remarcado.
El candidato de los socialistas ha recalcado que su proyecto para Cataluña priorizará la gestión, "la concordia y el reencuentro", con el objetivo de dar a la comunidad la "estabilidad" que necesita para aprovechar todas las oportunidades que se le presenten para salir de la crisis de la covid.
"¿Queremos seguir paralizados o queremos avanzar?", ha zanjado ante una veintena de personas, entre las cuales estaban el ministro y líder del PSC, Miquel Iceta, y la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet.