BILBAO. Los detalles del encuentro los ofrecen en estos momentos en un hotel de Baiona el portavoz del Foro Social, Agus Hernán, la representante de Bake Bidea Anais Funosas y el miembro del Grupo Internacional de Contacto (GIC) Raymond Kendall.

La cumbre tendrá un formato similar al de la denominada 'Conferencia Internacional de Paz' que se celebró en el Palacio de Aiete de Donostia el 17 de octubre de 2011, previa al anuncio de ETA sobre el cese de su actividad criminal.

Los participantes en el encuentro consensuarán un breve comunicado, que se leerá en el transcurso del evento. Se prevé que todo ello preceda a la desaparición definitiva de ETA, que la banda hará efectiva a través de una nueva y última declaración.

La cumbre de Kanbo será la 'pista de aterrizaje' para que ETA proceda a su final, como en su día fue Aiete para que el 20 de octubre de 2011 la banda declarara el cese de los atentados. El 10 de enero de ese año había emitido un comunicado en el que anunció su decisión de declarar un alto el fuego "permanente, general y verificable", que había sido acogido con escepticismo.

Han transcurrido más de seis años desde que ETA desistiera de forma definitiva de la violencia y más de uno desde que escenificara su desarme en un acto celebrado en Baiona el 8 de abril de 2017. Ese día aseguró que había entregado en ocho depósitos enterrados en Francia 120 armas y tres toneladas de explosivos.

La disolución de ETA se producirá prácticamente un mes antes de que se cumpla el 50 aniversario del primer crimen de ETA, el del guardia civil José Antonio Pardines Arcay, al que asesinó el 7 de junio de 1968, cuando regulaba el tráfico en la carretera N-1, a la altura de Billabona.

La banda, que nació el 31 de julio de 1959 bajo el nombre de 'Euskadi Ta Askatasuna (Euskadi y Libertad)', deja un historial de 826 víctimas mortales --con más de 300 crímenes aún sin esclarecer--, casi un centenar de secuestrados y miles de extorsionados.