Bilbao - El socialismo ultima los ejes de su propuesta de reforma constitucional, con la que espera aplacar las tensiones soberanistas en Catalunya, aclarar el reparto de competencias entre las comunidades y el Estado, y blindar la educación y la lengua como atribuciones exclusivas de las autonomías, un recorrido en el que también se respetaría la singularidad vasca. El PP no se ha mostrado demasiado proclive a abordar ese debate, pero los grupos de izquierda esperan que sea desalojado del Gobierno español tras las próximas elecciones generales de otoño en virtud de un pacto de izquierdas que podría liderar el propio PSOE. En ese contexto, el secretario general de EA y portavoz de EH Bildu, Pello Urizar, aseguró que la coalición abertzale “no va a estar” en la reforma de la Constitución. En una entrevista en Radio Euskadi, argumentó que la propuesta socialista no incluye el derecho a decidir, y vino a decir que a su coalición no se le ha perdido nada en el diseño de España. En contraposición, preguntado sobre la posición del PNV, opinó que, si entrara en el debate, sería un “cambio sustancial porque, por primera vez en la historia del PNV, estarían dispuestos a entrar en un proceso o reforma constituyente española”. “No lo hicieron en el anterior proceso”, dijo en alusión a la negociación de 1978, que alumbró la actual Constitución. “Mientras están dispuestos a entrar en la reforma de la Constitución española, no quieren ni hablar de un proceso constituyente vasco”, remachó.
El PNV no se desvive por la reforma constitucional socialista, y ha llegado a mostrar ciertas reservas ante la posibilidad de que instaure un nuevo café para todos, las mismas competencias para todas las comunidades para diluir la singularidad vasca. Además, ha trazado su propio camino apostando por buscar un nuevo estatus de autogobierno en el Parlamento Vasco. Quiere blindar las competencias vascas para que el Estado no invada el terreno de Euskadi, defiende el derecho a decidir, y pide que Madrid respete el estatus que sea votado por los vascos en referéndum. Otro cantar sería que esos cambios exijan otras modificaciones en la Constitución española, o que el PNV se mantenga a la expectativa ante lo que pueda plantear el socialismo, que al menos se abre a abordar el debate territorial frente al inmovilismo del PP de Rajoy. Los jeltzales han apostado tradicionalmente por implicarse en los debates para tratar de rascar compromisos con Euskadi, y han recalcado en más de una ocasión que, si no participaron en la elaboración de la Constitución española de 1978, fue porque los excluyeron de la ponencia que debatía el texto. Por ello, hicieron campaña por la abstención. En 2011, cuando PP y PSOE pactaron la reforma exprés para ajustarse a las exigencias económicas de Europa, el PNV aprovechó la circunstancia para tratar de introducir el derecho de autodeterminación, evidentemente sin éxito.
Urizar criticó que el PNV se muestre “dispuesto a participar en la construcción de lo que tiene que ser el Estado español” de la mano del PSOE, mientras “huye de un proceso constituyente vasco”. A su juicio, la reforma constitucional de los socialistas es una propuesta “cerrada” y no incluye el derecho a decidir que, “de vez en cuando, en los Alderdi Eguna”, reclama el PNV. La coalición soberanista no participará en la revisión constitucional, y pide “un cambio en las formas de hacer democráticas, en la forma de hacer políticas en el Estado español”. “Sí hablaríamos de un cambio del actual gobierno, pero no vamos a estar en la reforma constitucional española”, recalcó.
URKULLU El lehendakari Urkullu, por su parte, se reunirá con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, el viernes de la próxima semana. Será su primer contacto y llegará en un momento dulce en las relaciones con el socialismo vasco, con quien el PNV ha firmado gobiernos de coalición a nivel foral y municipal. No obstante, el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, quiso mostrarse escrupuloso al deslindar las competencias de su gabinete y del partido, a quien verdaderamente corresponde sellar alianzas. Así, esperó que de la reunión puedan salir “espacios comunes de interés compartido”, pero puntualizó que las estrategias de PNV y PSOE no las decide el Gobierno vasco, sino los partidos. Lakua se pronunciará sobre la reforma cuando la detalle el PSOE.