los eurodiputados Andoni Monforte, Jon Gangoiti, Josu Jon Imaz, Josu Ortuondo e Izaskun Bilbao, en todas las campañas electorales al Parlamento europeo, han nadado con las manos atadas a la espalda. En esta oportunidad Oihane Agirregoitia, tendrá que hacer lo mismo. Los vascos, catalanes y gallegos, en nacionalidades históricas, elegimos a nuestros representantes en una sola circunscripción, la española, algo que no tiene nada que ver con el estado autonómico del que tanto se jacta España a la hora de mostrar su foto autonómica. Es una anomalía que si no se aborda solucionarlo en este tramo de la legislatura de Sánchez, con la vista puesta en las siguientes europeas, no se hará nunca. Haría bien Galeuzka en ponerlo en el punto inicial de cualquier negociación. Que sea como un chicle en el zapato.

Ciento treinta y Cuarenta y cinco

La segunda anomalía y producto de la primera es la polarización. Con un PP y PSOE a la supergreña, segundos van fuera. El PSOE lo aborda como un plebiscito y el PP como un referéndum. Y todo con el cuchillo entre los dientes e importándoles Europa menos que una higa. Malos tiempos para Europa si en el estado solo cuentan PSOE, PP y Vox.

Ciento treinta y Cuarenta y cinco

Y una constatación. Sabemos poco de Europa y de lo que en el Parlamento se hace, que es mucho. Más de diez iniciativas tomamos en su día para que se informe en cada noticiero de las televisiones públicas con una noticia europea. No ha habido manera. En ETB nos acaban de anunciar un nuevo programa de cocina Todo el mundo a la mesa en prime time. En una televisión pública de verdad, independiente y profesional, es imprescindible destacar lo europeo en un sistema dominado por el negocio audiovisual basado exclusivamente en el entretenimiento. ¿Para cuándo un programa sobre Europa o sobre libros?

Ciento treinta y Cuarenta y cinco

El título

Son fechas redondas las del titular de este artículo que creo necesarias de ser recordadas no como sofá, sino como trampolín. El año que viene el EAJ-PNV cumple 130 años. Buena fecha para cambiar de piel, no de esqueleto. Decía Joseba Elosegi que teníamos el mejor producto pero lo malo era que a veces pretendíamos venderlo envuelto en papel de estraza. Por eso hay que poner en perspectiva lo hecho y lo por hacer. Y proyectarlo a lo grande. Cuando cumplimos cien años, se organizaron muchas cosas. Hasta la Fundación Sabino Arana le encargó una obra sinfónico-coral a Carmelo Bernaola que fue estrenada en diciembre de 1995 en el Arriaga. Escrita sobre un libreto de J. A. Zubikarai con bertsos de Arrese Beitia, la cantata aunaba los elementos más emblemáticos de la tradición instrumental, musical y coral vasca. Ojalá se repitiera un encargo similar, entre otras muchísimas cosas. Tenemos obligación de evocar y mantener, adaptado a la actual realidad, nuestro modelo de éxito en tiempos en los que se considera algo demodé hablar de estas cosas. Por algo será. Y no dejar pasar una. Clinton definió la táctica de respuesta rápida: la razón es que la opinión pública interpreta el silencio como culpabilidad.

Ciento treinta y Cuarenta y cinco

45 años del Parlamento Vasco

Le preguntó Eider Hurtado a la presidenta del Parlamento Vasco Bakartxo Tejeria en Radio Euskadi cual había sido su peor momento dirigiendo las sesiones en doce años. “Ninguno”, contestó. Y es que el Parlamento Vasco, en contraste con las Cortes Generales es un Parlamento de confrontación pero no de descalificación y barro. No fue así al principio. Recuerdo haber vivido nada más nacer la irrupción de los trabajadores de Nervacero, la burla de HB por acudir al Parlamento vascongadillo a Gasteiz, la bronca de la Casa de Juntas, la bolsa de cal en el escaño de Ramón Jauregui, insumisos lanzando octavillas... Hoy nada de esto se produce y la pregunta se impone. ¿Cómo sería este país si HB, desde el principio hubiera actuado con criterio parlamentario?. Porque no vale ahora quejarse de no estar en la ronda de conversaciones y olvidar este siniestro pasado. De ahí que conviene recordar sucintamente lo que ocurrió en 1980, sólo hace 44 años. El año que viene 45. En política lo que aparentemente cuesta poco, no se valora. Es lo que nos cuesta mucho a lo que realmente damos valor en política.

Marzo 1980

“Ya tenemos Parlamento”. Con estas palabras, en la Casa de Juntas de Gernika, quedó constituido el primer Parlamento Vasco de la historia, el 31 de marzo de 1980. Las dijeron tanto Juan José Pujana que fue elegido presidente, como el Lehendakari Leizaola, presidente de la Mesa de edad. El portavoz del PNV fue Emilio Guevara que compaginaba este cargo con el de diputado general de Araba. El primer portavoz del PNV en 1980 fue un alavés y el elegido hace dos semanas, Joseba Diez Antxustegi, asimismo es alavés. La historia se da la mano. Araba muy presente. Como el hecho evidente de que de los cinco miembros de la Mesa, cuatro en la actualidad son mujeres. En 1980 solo una, Inmaculada Boneta, así como que el primero de la lista de Bizkaia fue el Lehendakari Leizaola con 84 años, sin ningún complejo.

Viendo el acto de apertura de la decimotercera legislatura, pura normalidad, tengo que destacar que, el país avanza, aunque los profetas del desastre nos lo pinten en blanco y negro. No es verdad. Hoy es a colores. Los once elegidos de HB no fueron al acto primigenio de la historia parlamentaria vasca cuando el Parlamento Vasco lo constituían 60 parlamentarios, veinte por cada territorio. Luego se pasó a 25. Otra hubiera sido la historia de este país sin ETA y con HB haciendo política desde aquel día, algo que no les gusta se recuerde.

Estuvimos en ese acto fundacional 49 parlamentarios, 25 del PNV, nueve del PSE, seis de EE, seis de UCD, dos de Alianza Popular y uno del PCE. La presidencia de edad le correspondió al Lehendakari Leizaola que dejó dicho que el significado más importante de aquel día histórico para el pueblo vasco era que estábamos comenzando a edificar un Parlamento a la sombra de un símbolo como el del Árbol de Gernika, que no era solo un símbolo de las libertades vascas sino un símbolo universal de libertad. ”Ya tenemos Parlamento. Pronto volveremos a tener un nuevo Gobierno Vasco. Trabajando con estas dos herramientas, levantaremos Euzkadi”.

Fue todo un legado lo dicho por el Lehendakari Leizaola. Lástima no se recuerden estas cosas en días tan señalados porque nos es imprescindible en tiempos de abulia poner las cosas en perspectiva. La ausencia de un reportaje en la televisión pública vasca, se imponía. Todo es fútbol y cocina. Ojalá se haga el año que viene cuando el Parlamento Vasco cumpla 45 años. No es ocioso hacer continuamente pedagogía política institucional porque las cosas no caen del cielo sino que detrás de lo que ocurrió el reciente 14 de mayo en Gasteiz ha pasado mucha agua bajo los puentes. Y no estaría nada mal se creara la Asociación de antiguos parlamentarios como la hay en todos los Parlamentos del mundo menos en el vasco. La nueva Mesa tiene la palabra.

Recuerdo de aquel año 80 las policías municipales en traje de gala, los miñones alaveses, los txistularis, los manifestantes a las puertas de la Casa de Junta, los encartelados y el buen día que nos hizo. Javier Caño que era secretario general del Consejo General Vasco nos fue llamando uno a uno y se constituyó la Mesa de edad presidida por Leizaola con Santiago Griñó de AP y Carmelo Renovales del PNV como vicepresidentes siendo elegidos como secretarios Javier Olaberri de EE y Eusebio Albinarrate del PNV. De haber acudido HB, Telesforo de Monzón hubiera sido asimismo miembro de la Mesa en lugar de Renovales. Nos perdimos esa foto de dos consejeros del Gobierno de Agirre juntos, haciendo historia. Tras esto nos situamos todos bajo el Árbol de Gernika.

El Lehendakari Leizaola terminó su alocución de presidente de edad con las exclamaciones de “Gora Euzkadi” y “Gora Pakea”. Él había estado hacía 44 años en el mismo sitio cuando fue elegido miembro del primer Gobierno Vasco al ser elegido José Antonio Agirre, primer Lehendakari. Aquí la cosa va de cuarentenas porque como he recordado el año que viene cumplimos como Parlamento 45 años.

En el transcurso del acto Josu Aizpurua, del grupo de ANV, integrado en HB, entregó al Lehendakari Leizaola una carta en la que le explicaba el por qué la decisión de no asistir al acto rechazando la invitación por considerar que los objetivos por los que ANV luchó en 1936, Autonomía y República, eran distintos a los que daban origen a aquel Parlamento. El todo o la nada. Por eso no les gusta se recuerden estas cosas.

La sesión del mediodía culminó cantando el Agur Jaunak salvo por los parlamentarios de AP. En eso no han aprendido nada. Siguen igual con su discurso españolista sin asumir la entraña vasca, alejados de la vasquidad. Mientras en Gasteiz se constituía con total normalidad el Parlamento Vasco, el PP votaba negativamente en favor de la Amnistía en el Senado. No han olvidado nada, no han aprendido nada.

Recuerdo la intervención de Mario Onaindia por la tarde porque en el preámbulo de las normas aparecía la palabra Euzkadi con Z diciendo que esa grafía era la del PNV, partido en el que había militado convirtiéndose en un furibundo anti jelkide mientras fue parlamentario. Eso y los jesuitas fueron sus obsesiones. Se le rebatió apelando a la creación del neologismo. Los diputados de AP pidieron constituir Grupo propio con dos parlamentarios, dejando el Mixto para el PCE. Fue rechazada. Hubo otro chispazo con José Luis Lizundia de EE porque había aparecido un pergamino con el lema de Jaungoikoa eta Legi Zarra. El diputado general de Bizkaia José María Makua se responsabilizó de la colocación del pergamino. Y se eligió la Mesa compuesta por el presidente, Juan José Pujana del PNV lo mismo que la vicepresidenta Inmaculada Boneta y con José Antonio Agiriano del PSE asimismo vicepresidente y José Antonio Zaldua del PNV y José Luis Lizundia de EE de secretarios.

Terminada la votación se produjo un corte de luz que dejó la sala a oscuras Una sobrecarga de la línea provocada por la Televisión originó la avería que fue subsanada.

Pujana al ser elegido presidente se dirigió a la ausente HB diciendo que no sobraba nadie y que las armas se tenían que convertir en arados y para eso tenía que cesar la violencia. Cuando fue elegido Pujana yo estaba a su izquierda y a la mía Makua, dos grandísimos servidores públicos. Fue todo un honor.

Así fue aquel entrañable acto hace 44 años que marcó un antes y un después. De aquellas fuerzas ha desaparecido EE subsumida en el PSE, AP se reconvirtió en el PP, HB es ahora Sortu, y el PCE está en Sumar. Solo nos mantenemos con nuestra sigla el PNV y el PSE.

Le pregunté a la presidenta Tejería si pensaban hacer algo con la efemérides el año que viene. “Claro que sí –me contestó–. Lo teníamos todo preparado para el cuarenta aniversario, pero el covid lo impidió. Estamos obligados porque además en estos años han fallecido el presidente Pujana y la parlamentaria Bereciartua”.

Como estuve allí, lo cuento recordando a los muchos que ya no están. Cada uno en su ámbito de actuación trató de hacer lo mejor que pudo y merecen el respeto del recuerdo. Nadie se bajó del tren. Es pura historia fermentada que muy pocas veces se pone en valor. Y es necesario hacerlo en esta sociedad donde lo colectivo se difumina y solo interesa lo mío. Y así no se construye una identidad.

Diputado y Senador de EAJ-PNV (1985-2015)