En estos meses de invierno, en los que el frío, la lluvia, la nieve, etc., influyen más que nunca, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha dado un aviso muy importante: encender las luces del vehículo. Y no solo por lo que dicta la ley o por evitar multas, sino por garantizar la seguridad vial en todo momento dentro de la vía.
Algo que sirve de aviso sobre todo a conductores que, confiando en el sistema automático de alumbrado, se olvidan totalmente de las luces. Y más en situaciones en las que la visibilidad es nula, ya sea por el trayecto o por las condiciones meteorológicas.
Una obligación que no admite excepciones
La Ley de Seguridad Vial es muy clara al respecto en su artículo 43: todo coche debe circular con las luces correspondientes entre la puesta y la salida del sol, al igual que en cualquier circunstancia que reduzca la visibilidad, sin ningún tipo de excepción.
Es más, la propia DGT recuerda que circular sin el alumbrado adecuado dificulta la visibilidad e impide que otros usuarios de la carretera no puedan detectar el vehículo a tiempo. Como consecuencia, el riesgo de accidente es mucho mayor.
Por lo tanto, esta institución vial apuesta por no delegar por completo el alumbrado en el sistema automático del propio vehículo, porque puede dar una falsa sensación de seguridad y aumentar el riesgo de accidentes.
Sanciones económicas y consecuencias legales
El hecho de circular sin luces justo cuando es necesario es una infracción grave que conlleva una multa de 200 euros. En el caso de que haya una conducta peligrosa para la seguridad vial, podría aumentar hasta los 600 euros.
Por no hablar del impacto que puede tener en las aseguradoras: si se demuestra que el automóvil circulaba sin luces por una negligencia del conductor cuando son obligatorias, la compañía podría negarse a cubrir los daños.
Tecnología útil, pero no infalible
De acuerdo con la DGT, los sistemas automáticos de iluminación deben considerarse siempre como una ayuda complementaria y nunca como el primer recurso. Esto se debe a que hay momentos en la conducción que pueden animar a no tener que recurrir a ellas.
Grave error: nunca hay que confiar única y exclusivamente en la automatización del coche, sobre todo en invierno, en los que el tiempo no suele acompañar y hay pocas horas de luz. En su lugar, se recomienda revisar el estado de las luces antes de cada trayecto.
Acerca de la DGT
La DGT, o Dirección General de Tráfico, es la institución responsable de gestionar el tráfico y la seguridad en las carreteras de todo el Estado. Entre sus tareas, está la de regular permisos de conducción, realizar la inspección técnica de vehículos y mejorar la seguridad de las vías.
También tiene como misión la supervisión y sanción de las multas de tráfico, la planificación y operación del tráfico, sobre todo de cara a operaciones como salidas o retornos de vacaciones, al igual que fomentar actitudes seguras mediante la educación vial.