Resulta que a uno de los viejillos de nuestro amado templo del cortado mañanero le ha salido un nieto que no solo le da al bajo, sino que además está en una banda que da conciertos en bares. Aunque nuestro escanciador de café y otras sustancias ya ha dejado claro que ni de coña va a permitir que su local se convirtiese en la Jimmy o Helldo, sí fue parte de la comitiva que acudió a una de estas actuaciones a modo de grupo de apoyo al aitite, pensando que no iba a ir ni el Tato, y menos para escuchar a un tío que toca un instrumento con solo cuatro cuerdas. Si hubiera salido guitarrista... Resulta que estaba la cosa llena, así que uno de los abueletes le comentó al orgulloso viejillo: este te saca de pobre. Y aquí es donde se empezó la discusión diaria. Alguien apuntó que eso solo lo consiguen los futbolistas, a lo que otro argumentó que eso no pasa en equipos como el Alavés, a lo que otro contestó que por favor le dejasen los babazorros en paz que bastante sufrimiento tiene... y, claro, se montó el 18 de julio de costumbre. El nieto quiso arreglarlo cuando, tras tocar, fue a buscar a su abuelo y al encontrarse con el percal, quiso argumentar: si no bajan, haremos fiesta; y si bajan, la haremos cuando suban. Todo es un win, win. Casi le meten el bajo por...