La venganza ha estado a la altura. En nuestro amado templo del cortado mañanero, el núcleo duro de los viejillos ha conseguido que este año se le haya impuesto un veto festivo total al becario –o sea, al hijo de nuestro querido escanciador de café y otras sustancias–, lo que le ha impedido colocar telarañas de mentira, calabazas de verdad y bichos plastiqueros de todo tipo por el bar. Vamos, que le han jodido el Halloween al pobre chaval. Pero como para sobrevivir entre estas paredes hay que estar hecho de otra pasta, el muchacho se ha agenciado una aplicación para el móvil que calcula en un ti-ta cuándo la vas a palmar y se la ha llevado al local para echarse unas risas a costa de una clientela que, todo sea dicho, está más cerca del final de la fiesta de la palmera melocotonera que del principio. Ha habido aitites que le han seguido el juego, sobre todo uno que la debería haber espichado hace tiempo según los enterados pero que ya ha enterrado a uno de sus médicos de cabecera y amenaza con sobrevivir al actual. Pero también ha habido uno que se ha tomado a malas lo de La Parca online y como en este bar no hay peor decisión que ofenderse por algo, llevamos tres días jodiendo vivo al susodicho. Hasta le hemos apuntado a una visita guiada a Santa Isabel, aunque él todavía no lo sabe...