Si la campaña de Madrid fuera un partido de baloncesto, se diría que hemos entrado en los minutos de la basura. A la espera de la soñada mayoría aplastante de Ayuso, los amanuenses nos sirven material recalentado a base de balas en sobres, cordones sanitarios, Cuba, Venezuela, Irán y, cómo no, los años previos a la guerra civil. Bostecen antes de leer al exministro de la triste figura, Jorge Fernández-Díez en la enésima autoversión o autoparodia: "Esta izquierda lleva en su código genético su nula convicción democrática cuando ésta es contraria a sus intereses. Todo lo que no les gusta es fascismo, y hay que eliminarlo. En 1934 no les gustó que la CEDA, ganadora de las elecciones, estuviera en el Gobierno ¡por ser fascista!, y montaron un golpe de Estado que ocasionó miles de muertos, como precedente histórico, con permiso -es un decir- de Carmen Calvo".
¿Fascistas? ¿Dónde están los fascistas? ¿Ha visto usted un fascista en Madrid? Según el editorial de ABC, en la capital de España no se trabaja con ese género: "En esta última fase de la campaña, el argumento reincidente del PSOE, Más Madrid y Podemos para captar votos es que vienen los fascistas, pero los madrileños miran a su alrededor y no ven fascistas, y menos aún nazis a cara descubierta. La desconexión de la izquierda con la realidad social de Madrid es su gran déficit político y la explicación de sus escasas expectativas el 4 de mayo".
"Escasas expectativas" quiere decir ninguna. Todos los opinateros diestros tienen clara la goleada. Aquí, el pronóstico de Luis Ventoso: "La victoria de Ayuso y su partido será significativa, porque llegará tras sortear un festival de marrullerías del sanchismo y toda la potencia de fuego del Orfeón Progresista mediático. A lo largo del año de pandemia, el Gobierno -y sus teles- se ha embarcado en una confrontación abierta con Madrid, en lugar de extremar su colaboración con la región que alberga la gran metrópoli española, y donde por tanto existía el mayor riesgo de contagio".
Hay quienes, como Francisco Marhuenda, no piensan tanto en la ganadora como en el que se da por vencido y humillado. Haciendo de Rappel, el director de La Razón anuncia la jubilación del cabeza de lista de Unidas Podemos: "Al varapalo que recibirá de Ayuso se une el ser humillado electoralmente por Mónica García, que le doblará en escaños y votos. En su concepción egocéntrica resulta incomprensible que no se hubiera sometido gozosa a su voluntad y subsumido en una lista conjunta. En el caso de confirmarse esa irrelevancia solo le quedará esa jubilación forzosa, aunque económica y profesionalmente muy jugosa, porque tiene la vida resuelta dedicándose al activismo y a lo televisivo".
También Ignacio Varela se acuerda en El Confidencial del exvicepresidente. Y no para bien: "Cuando se anunció el aterrizaje de Pablo Iglesias en Madrid, era fácil imaginar que no venía precisamente en son de paz. Cargado con su inseparable bidón de gasolina y su soplete, el incendio estaba asegurado. No se trataba tan solo de salvar su partido del abismo del 5%, sino de provocar un choque frontal entre bloques que le permitiera activar una vez más 'el comodín del 36': el Frente Popular frente a los facciosos".
De vuelta en ABC, nos encontramos a Juan Carlos Girauta piropeando a su idolatrada heroína de la Puerta del Sol. Si se ruborizan fácilmente, no lean: "Ayuso tiene un momento dulce tan largo que ya es un año dulce. Su estado de 'flow', que diría un psicólogo de Chicago, está durando tanto como el extravío de sus abejorros, los del debate. Eso pasa, no te entristezcas, Pablo, que luego te entra la furia. No te cabrees, Pedro. ¿Quién te mandaba meterte de hoz y coz en una campaña que no era la tuya?".
Balas para todos
Cambiamos la miel por la hiel de la multiplicación de los sobres con balas. Un asunto muy gracioso, según Zoe Valdés, que en Libertad Digital se desconyunta de risa pensando en las que tenían a Zapatero como destinatario: "Por otro lado, qué pereza, que dirían los colombianos… Que Zapatero reciba balas no es nada preocupante, igual las habrá recibido en franco acuerdo y recuerdo amistoso de parte de su amiguete Nicolás Maduro. Con esta gente se sabe lo que se sabe, poco más… Además, ¿a quién a estas alturas le interesaría echarse al pico a Zapatero, como no sea para apoderarse de la mina de oro que cuentan birló a los venezolanos?".
Por lo visto, las amenazas son muy buena materia para las chanzas. Ahí les va otra medio chanza, firmada por Alberto García Reyes en ABC: "El compadre que ha enchufado Sánchez en Correos ha sublimado este festival del vacío político con el tráfago de sobres fascistas al que ayer se sumó como víctima el expresidente Zapatero. Hay que celebrar que esta balacera haya sido epistolar, que es un formato mucho más amable que el que practicaban los camaradas del amigo Otegi".
Y para no eternizarnos, dejamos que Arcadi Espada ponga el punto el final con una carga de profundidad que, faltaría más, también incluye el apellido del líder de Bildu: "La sorpresa general ante el estado clínico de Pedro Navaja -así, odontológicamente, ocultaremos su personalidad- está vinculada con otra severa patología de la política, que es el prestigio de la violencia. En España, por muchos y desgraciados años, los terroristas fueron la crema de la intelectualidad. Garrulos siniestros -y el rastro lleva hasta Otegi, aquel que aconsejaba a los niños pisar boñigas de vaca en vez de navegar por internet- pasaban por estrategas de leyenda en boca del mainstream tercerista". Ya queda un día menos.