El aceite es uno de los productos que no suelen faltar en ningún hogar. Los más comunes son los de origen vegetal, como los aceites de oliva, girasol, maíz, soja y coco, entre otros.
En la cocina se utiliza para freír, adobar, aliñar, asar, confitar, conservar, emulsionar, rehogar y saltear distintos alimentos. Y, precisamente, debido a su frecuente uso, es probable que de vez en cuando suframos algún que otro accidente con este producto.
En esos casos, podemos decir que lo de menos es la cantidad de aceite que desperdiciamos, sino el desastre que se produce a consecuencia del derrame. Y es que limpiar el aceite no siempre es fácil. Una sola gota puede dejar marcas permanentes en según qué superficies e incluso provocar peligrosos resbalones.
Limpieza urgente
Lo más importante es no dejar que el aceite se asiente y limpiarlo cuanto antes. ¿Pero cómo? Un primer consejo: nunca trates de limpiar la mancha con agua y jabón, ya que el agua y el aceite son dos sustancias inmiscibles y solo conseguirás empeorar la situación. Esto se debe a que el agua y el aceite no se pueden mezclar entre sí y al intentar combinarlas se separan y forman capas distintas, debido a sus diferencias en polaridad y densidad.
Dicho esto, lo primero que debes hacer es poner papel de cocina sobre el aceite derramado para que empape la mayor cantidad posible. Una vez retirado este, puedes echar mano de algún que otro remedio utilizando productos que seguro que tienes en casa. ¡El suelo de tu cocina quedará como si allí no hubiera pasado nada!
Propuestas de andar por casa
A continuación te proponemos cinco trucos que pueden resultarte muy útiles para solucionar el desastre de la mejor manera posible:
1- Harina
La harina tiene un gran poder de absorción y es una solución ideal para manchas grandes o suelos porosos. Espolvorea una buena cantidad sobre la mancha y deja actuar unos 15 minutos. A continuación, retira los restos.
2- Sal o azúcar
La sal y el azúcar son dos productos que funcionan como absorbentes, por lo que puedes cubrir la mancha con una cantidad generosa de ellos y dejarlos actuar durante 15 minutos. La mezcla se convertirá en una pasta que podrás recoger con la escoba y el recogedor. Después, frota con un cepillo y un poco de jabón diluido en agua caliente y finalmente pasa la fregona como de costumbre.
3- Bicarbonato de sodio
Disuelve una cucharada sopera de bicarbonato en cinco litros de agua templada y limpia la zona afectada. También puedes espolvorear bicarbonato directamente sobre la mancha y frotar suavemente con un trapo. El bicarbonato no solo eliminará la grasa del aceite, sino también el olor.
4- Zumo de limón con sal
El ácido cítrico del limón ayudará a disolver la grasa. Cubre la mancha con sal para que absorba el aceite y luego añade zumo de limón. Frota con un trapo limpio y seca con otro. Este remedio funciona muy bien para manchas pequeñas y recientes.
5- Amoniaco
Si la mancha se resiste o está en superficies como los azulejos de la cocina, puedes utilizar amoniaco. Su alto poder desengrasante eliminará los restos de aceite, pero también manchas de café, zumo o incluso de sangre. Úsalo con mucha precaución y ventilando muy bien después los espacios donde lo hayas utilizado.
¿Y si no funciona nada?
Si los remedios caseros no son suficientes para acabar con esas inoportunas manchas de aceite, puedes recurrir a un spray quitagrasas de los que venden en el supermercado. Aplícalo siguiendo las instrucciones que figuran en el envase y cerciórate de que son aptos para la superficie que necesitas limpiar.
Aunque en un primer momento parezca complicado eliminar totalmente una mancha de aceite, si actúas con rapidez y sigues los dos pasos básicos de absorber primero y limpiar después, conseguirás devolver el orden a tu cocina en poco tiempo y sin demasiado esfuerzo.