En los meses de verano, hay un problema que muchas personas sufren: las manchas de sudor en la ropa. Las altas temperaturas y el calor hacen que el cuerpo transpire más, por lo que se suele utilizar desodorantes y similares para poner fin al mal olor. No obstante, es algo que puede dejar huellas visibles en las prendas.
De hecho, usar demasiado estos productos puede teñir de amarillo la ropa y dejar marcas que, con las horas, afectan a sus tejidos y a su imagen. Por eso mismo, hay que tener cuidado y apostar por métodos eficaces para solucionarlo rápidamente.
Trucos caseros para ropa limpia
Los remedios caseros son la mejor vía para eliminar las manchas de desodorante y sudor. No hace falta tirar la casa por la ventana y apostar por químicos, tenemos estas alternativas eficaces para dejar la ropa impoluta sin hacer grandes esfuerzos.
El poder del bicarbonato y el vinagre
Para devolver su estado original a estas prendas, existen combinaciones como el bicarbonato de sodio y el vinagre blanco con resultados garantizados. Son muy útiles para la limpieza doméstica y eliminar manchas rebeldes.
- Propiedades mágicas
El bicarbonato de sodio es un recurso poco abrasivo que elimina la suciedad y los residuos en general, así como los malos olores. Por su parte, el vinagre blanco sirve para terminar con el sudor, eliminar los componentes químicos y disolver los minerales de las prendas.
Cabe mencionar que bajo ningún concepto deben mezclarse, pues podrían perder su efecto limpiador. La clave consiste en ir alternando uno y otro, de forma que puedan potenciar sus propiedades lo mejor posible.
- Proceso de limpieza
El primer paso trata de echar tres cucharadas de bicarbonato con algo de agua y formar una capa espesa. Más tarde, se aplica directamente sobre la mancha y se frota con un cepillo suave, para dejar que actúe durante media hora.
A continuación, hay que enjuagar la zona en cuestión y sumergir la prenda en una combinación de agua y vinagre blanco unos diez minutos. Algo muy práctico para quitar los restos minerales que se pegan a la tela.
Por último, hay que lavar la prenda con agua fría y luego dejarla secando al aire. Siempre que se pueda, se debe evitar hacerlo con la secadora para no interferir en el proceso y que las manchas desaparezcan de forma natural.
Otras soluciones prácticas
Una de las alternativas más eficaces a este truco del bicarbonato de sodio y el vinagre es el jugo de limón. Al ser un cítrico ácido, sirve para eliminar los residuos y las manchas que dejan restos amarillos en la ropa blanca.
Tampoco podemos olvidar el agua oxigenada, sobre todo para prendas claras. Si se echa en la tela, vale como un blanqueador que tras aplicarlo devuelve a la prenda su tono original. Pero, para no dañar las fibras, debe usarse con moderación.
Asimismo, el vinagre de manzana cuenta con propiedades que valen para descomponer los residuos y el mal olor. Es un buen sustituto del vinagre blanco y es fácil de conseguir, además de ser bastante similar para usar en el proceso anterior.