En estos días de verano, muchas personas apuestan por escapar de la rutina y marchar de viaje. Dado que quedarse en casa no es una opción, las familias tratan de hacer las maletas y marcharse el mayor tiempo posible de vacaciones. Sin embargo, hay que saber que, antes de partir, hay que dejar el hogar a punto.
En otras palabras: es clave prevenirse de sorpresas que puedan estropear el regreso a la vivienda. Desde la seguridad, el orden e incluso el aroma que dejamos en casa, hay que cuidar hasta el más mínimo aspecto.
Los malos olores entran en acción
Los malos olores suelen aparecer al dejar la casa cerrada durante tanto tiempo, sobre todo en partes como la cocina o el baño. En este último ejemplo, resulta que el agua del sifón que actúa como barrera protectora en los desagües y el fregadero se evapora.
Al secarse esta agua, los gases que habían quedado atrapados en las cañerías empiezan a subir y se extienden por todo el hogar. Y, como resultado, la vivienda queda con un aroma muy desagradable. Por no hablar de lo incómoda que resulta luego la vuelta de los inquilinos a casa.
Un truco para salvar el hogar
No obstante, hay un remedio casero y muy económico que da resultados garantizados. Si lo ponemos en práctica, podremos evitar que esto ocurra. Para ello, es suficiente con colocar un vaso lleno de agua al lado del fregadero antes de irse de la casa.
Por muy simple que parezca, se trata de un método que ayuda a reducir la evaporación del agua que se acumula en el sifón. Por lo tanto, generamos una barrera natural extra para bloquear el acceso de los malos olores a la vivienda.
Se aconseja tapar la boca del fregadero con un trapo de cocina y después poner encima el vaso de agua. En su lugar, también se puede dejar un plato. De este modo, no se nota el contacto del desagüe con el aire y se frenan los malos olores.
Con este truco, se puede dejar la vivienda vacía con total tranquilidad. A la vuelta, la encontraremos tal y como la habíamos dejado, limpia, con buen olor y sin tener que ventilarla durante varias horas.
¿Por qué se generan los malos olores?
Para entender por qué ocurren los malos olores, hay que entender que la instalación de fontanería es clave. Asimismo, entender que los desagües no son rectos y que cuya estructura es curva nos dará otra perspectiva para entenderlo mejor, pues retienen agua en su parte inferior.
Así, los gases que vienen del alcantarillado no suben al interior de la casa. Pero si no se usa durante algunos días, el agua tiende a evaporarse y pierde su fuerza protectora, de ahí que hay que cuidar la humedad.
Aunque el sistema es bastante básico, es importante en cualquier casa, ya que es una de las barreras más eficaces para hacer frente a los malos aromas. De ahí que usar trucos como el vaso de agua sean muy prácticos.