En verano, el calor hace que el interior de muchas viviendas sea un auténtico infierno. Y si no hay aire acondicionado, ventiladores, ni otros dispositivos para enfriar el lugar, es todavía más complicado. Por eso, en estas circunstancias, no hay nada mejor que apostar por métodos caseros para arreglar la situación. 

Uno de ellos, muy práctico y accesible, es el uso de cubitos de hielo. Con este truco, se puede conseguir bajar la temperatura ambiente al derretirse. Y todo ello sin recurrir a aparatos caros ni grandes desembolsos. Así lo cuenta ‘Infobae’ en un artículo reciente. 

¿Cómo enfriar el hogar con hielo?

El hielo es, sin ninguna duda, el elemento perfecto para refrescar cualquier espacio. Una de sus propiedades más conocidas es la absorción térmica: en el momento que empieza a derretirse, adquiere el calor que hay alrededor.

Es decir, al absorber las altas temperaturas que hay dentro de la casa, se puede comprobar que se da una bajada del termómetro y, en general, una sensación refrescante que llega a todas las habitaciones.

Cubitos de hielo apilados. Freepik

El proceso paso a paso

Lo primero que hay que hacer para poner en práctica este método es utilizar un ventilador y ponerlo al lado de un recipiente de cubo de hielo. Aun así, es recomendable que sea un bol metálico, por ser un buen conductor del frío.

Luego, se debe echar sal gruesa al hielo para que este se derrita lentamente. Eso sí, el recipiente tiene que estar a unos 30 cm del ventilador: al activar el aparato, extiende el frío del aire en todas las direcciones de la vivienda. 

Como resultado, tenemos un sistema de aire acondicionado sin tener que gastar mucho dinero ni energía en electricidad. Es, en definitiva, un recurso muy barato y ecológico para aplicar en el hogar en días de calor inaguantable. 

Cubitera de hielo con cubitos a su alrededor. Freepik

Otras soluciones caseras contra el calor

Al margen del hielo, tenemos más alternativas para templar el hogar en esta temporada estival. Una de ellas es cerrar las cortinas en las horas de más calor, algo que ayuda a que el bochorno se concentre y, por ende, que la casa se caliente en exceso. 

Otro remedio es poner toallas húmedas en las ventanas o incluso colocar sábanas mojadas para que el ambiente se pueda percibir más fresco. Se pueden dejar en lugares donde el entorno esté muy cargado y luego esperar varios minutos para ver sus efectos. 

Por las noches, se recomienda poner en marcha la ventilación cruzada para que el aire caliente se renueva por uno más frío. Asimismo, la electricidad es clave: es preferible poner bombillas LED en vez de las tradicionales, para que no generen demasiado claro en el interior. 

También se pueden apagar todos los dispositivos electrónicos que no se estén usando en ese momento para que la casa no se sobrecargue. Y, al mismo tiempo, ser más sostenibles y ahorrar en la factura de final de mes.