Ahora está volcada en sus historias de ficción y en las colaboraciones que hace en la revista Lecturas, donde generalmente habla de temas de Casa Real, que es su especialidad. Atrás ha quedado la televisión y ahora solo acude a los platós como invitada, lo que últimamente está haciendo de forma frecuente.

Cuando éramos ayer. ¿Una mirada al pasado?Cuando éramos ayer.

Sí, es una mirada al pasado, pero yo miro al pasado sin nostalgia. Mi mirada va desde el año 1968 a 1992.

¿Por qué ha escogido ese periodo de 25 años?

Porque son unos años sobre los que hay mucho escrito y que están muy bien documentados. Incluso hay novelas de este periodo, así que está muy estudiado.

¿Pero?

Pues que aunque hay muchas cosas escritas y dichas, se habla poco de lo que era la vida cotidiana de la gente. Yo hablo de la vida íntima. ¿Qué hacíamos los que vivimos ese periodo? ¿Cómo lo sufrimos? ¿Fuimos víctimas o verdugos? Yo no me veía reflejada en los relatos de esa época porque no contaban mi vida.

¿Por eso decidió volver la mirada al ayer?

Sí. Quería hablar de mi vida y homenajear a la gente que me rodeó en aquella época. Por eso he escrito este libro.

¿Se podría considerar una crónica de sociedad?

Es ficción en todos los sentidos, pero los mimbres son los de mi propia vida y la gente que me rodea. En esos mimbres se puede basar esta historia. Sobre ciertas realidades he construido una novela de ficción, pero es un relato que bebe de fuentes auténticas, y quizá en ese sentido puede considerarse una crónica de sociedad, de la sociedad de aquella época.

Sabrá que levanta mucha expectación cualquier libro que presente usted...

Ojalá fuera así, pero no sé si es cierto. Hay tanta gente que saca libros que es difícil pensar que el tuyo vaya a despertar una mayor expectación. Yo despotrico mucho de esta profesión nuestra...

¿La de escritora o la de periodista?

La de periodista. Ja, ja, ja... Muchas veces pienso que estoy mucho mejor con los libros, pero tengo que reconocer que he de estar muy agradecida a vosotros, los compañeros de la prensa, así que tan mala no debe ser la profesión.

Dicen de usted que es muy puntillosa con sus libros.

Los trabajo mucho, no son libros superficiales. Cuando éramos ayer lo estuve escribiendo durante un año, pero he estado documentándolo toda mi vida. Siempre he contemplado lo que ocurre a mi alrededor con ojos de escritora. Soy periodista y escritora desde hace muchos años y he atesorado muchos recuerdos, muchas anécdotas, muchas vivencias, y he tenido relación con numerosas personas de esa época. El libro salió el 23 de marzo y no sabes la cantidad de gente que piensa que aparece en él.

Y no los desengaña....

Ja, ja, ja... La verdad es que la gente se reconoce en sus historias. Hace poco una amiga me llamó y me dijo que a su vez le había llamado una conocida para preguntarle que cómo había podido yo escribir la historia de su familia. Y no, no era su familia en concreto. Hablo de un pueblo de Córdoba que quedó hundido bajo un pantano y cuyos habitantes se fueron de forma mayoritaria a Barcelona, sin más.

Hemos hablado de la profesión periodística y hay que decir que usted ha trabajado habitualmente en prensa escrita y en televisión. ¿Da alegrías o penas esta profesión?

Da alegrías, y lo digo yo, que soy una persona sin hobbies.

Mujer, alguno tendrá.

Qué va. Todas mis aficiones están relacionadas con mi profesión. Me gusta mucho leer, pero es algo que también está relacionado con mi profesión de periodista o de escritora. Lo vivo todo muy intensamente. Cuando saco una primicia o una exclusiva, algo que es bastante difícil, pero que de vez en cuando se consigue, soy la mujer más feliz del mundo. Hay dos cosas que me causan un placer inenarrable: una es sacar una exclusiva, y la otra sucede cuando mi editora me llama y me dice: Pilar, tercera edición o cuarta edición. He llegado a bailar por la calle cuando me dan una noticia de estas. He llegado a coger a una persona y darle un abrazo. Qué pensarán...

¿Que está loca?

Ja, ja, ja... Es posible. Un día estaba en el mercado y le dije a la pescatera: Tercera edición. Ella no sabía ni de que estaba hablando, pero le di un abrazo. Ahora hay muchos medios, mucha lucha diaria por conseguir la noticia. Hay malos profesionales que no se dedican a encontrar noticias, sino a desmentir las de los demás, y lo hacen sin ninguna prueba, sin aportar nada. Ellos saben que con eso llenarán una página de un periódico, un espacio de un programa de televisión o una franja de la radio, pero...

¿Le ha pasado eso alguna vez?

Claro, como a muchos otros compañeros. Cuando veo que hay periodistas que hacen esas cosas, en ese momento me digo: Quiero dejarlo. No puedo más.

Vayamos a la Casa Real, una de sus especialidades. ¿Es hoy más transparente que hace unas décadas?

Del rey emérito ya se puede decir todo. Cualquier cosa nueva que se sepa se puede lanzar, y puedes decirla en cualquier medio que nadie te va a decir nada. De otros temas... Bueno, tampoco hay nada que decir, y si lo hay es más difícil. La transparencia total no existe en la Casa Real.

"Todos hemos callado"

¿Sabían ustedes de las aventuras sentimentales del emérito?

Sí. Sus relaciones con señoras las conocíamos desde hace tiempo, y sus tropelías económicas se conocían pero no se decía nada. Todos hemos callado.

¿Cree que le veremos sentado ante un tribunal británico?

A mí no me extrañaría. Pasan tantas cosas que antes me parecían imposibles... Por ejemplo, ver a una infanta de España sentada en el banquillo, lo de Urdangarin, a una reina divorciada... A mí no me extrañaría ya nada de lo que pase en el futuro. Hemos tenido un jefe de Estado al que están acusando de acoso y le están pidiendo una orden de alejamiento.

Entre Abu Dhabi y Londres hay cierta distancia.

Es verdad, pero esta situación era impensable antes. Mi libro termina con los Juegos Olímpicos, cuando los reyes de España era los reyes del mundo. Si en 1992 hubiera llegado alguien del futuro y que me dijera lo que está pasando ahora, le diría: Tú no eres alguien del futuro, tú estás borracho. Quizá sentado en el banquillo de forma física, no lo veamos, y supongo que la declaración la tendría que hacer por videoconferencia. También podría llegarse a un acuerdo económico antes.

Algo que sería un poco absurdo si se están investigando sus finanzas.

Sí, sería un mal acuerdo, porque tendría que explicarse de dónde sale el dinero para satisfacerlo. Y si él no quiere llegar a juicio es que tiene algo que ocultar. Todos lo acuerdos serían malos.

Como usted dice, hace treinta años era imposible que salieran estas noticias. ¡Cómo han cambiado los tiempos!

Y hace menos tiempo también, aunque algunos periodistas lo sabíamos o lo sospechábamos. Escribí el libro sobre la reina Sofía hace doce años, y era la primera vez que se decía en un libro que el rey tenía aventuras extramatrimoniales. Fue un escándalo impresionante. A mí me vetaron en un montón de sitios, me despidieron de otros y me llamaron de todo. Sufrí mucho por lo que revelé en aquel libro, y eso que solo hablaba de sus aventuras de cama, no de los temas económicos que luego se han sabido.

Se ha dicho que va a escribir una biografía sobre la reina Letizia.

Me han hecho muchas ofertas y sí, algún día escribiré una biografía sobre ella, pero ahora estoy muy dedicada a la novela.

¿Queda algo por contar de la actual reina española?

Mucho. Hay unos años de Letizia de lo más interesantes. Son esos años en los que ella sabía todo lo que había en esa familia y tenía que callar y aguantarse. Mientras, las tropelías que cometía su suegro quedaban ocultas.

¿Cabeza de turco?

No creo que fuera una maniobra de Zarzuela, pero realmente ella distraía la atención sobre lo que estaba haciendo Juan Carlos. Esos años, para ella, tuvieron que ser durísimos. No quiero pensar que todo era una estrategia diseñada por Zarzuela. Se casaron en 2004 y esos fueron los años en los que Juan Carlos vivía con Corina, su hijo le llamaba papá, viajaba a Arabia Saudí, tuvo contactos con los rusos... Tenía absoluta libertad e impunidad para hacer lo que quisiera.

Sigamos con la familia real. El romance de Urdangarin. ¿Cree que volverán a estar juntos él y Cristina de Borbón?

Hace dos semanas sacamos una exclusiva sobre este tema. Reconciliación ya te digo yo que no va a haber. La infanta se enfadó con toda la información que salía. Se decía que era una consentidora y que iban a volver, pero ella se puso en contacto con nuestra revista (Lecturas) y dijo que no, que desde que había visto esas fotografías había decidido divorciarse, que no había marcha atrás.

PERSONAL

Edad: 70 años.

Lugar de nacimiento: Barcelona.

Formación: Es licenciada en Filosofía y Letras y en Ciencias de la Información.

Trayectoria: Ha trabajado en medios escritos como Hoja del Lunes, La Vanguardia, Interviú, El Periódico de Catalunya o El Mundo. Desde principios de la década de los 90 comenzó a colaborar con Jordi González en el programa La palmera. Sucesivamente, sus apariciones como contertulia y entrevistadora habitual se incluye en los espacios La máquina de la verdad, Crónicas marcianas, Hormigas blancas, ¡Qué tiempo tan feliz! y La noria.

Libros: Los últimos años los ha dedicado a la literatura, con más de veinte títulos publicados. Fue finalista del Planeta y en estos momentos presenta una novela, Cuando éramos ayer.