Más de 1.700 personas ayudan de forma voluntaria en Cruz Roja Álava desde los 12 años

Llega un nuevo año y con él, el de los buenos propósitos, como los de apuntarse al gimnasio o el de dejar de fumar. Sin embargo, hay otras decisiones que cambian la vida de uno mismo y la de los demás. Es el caso de aportar a la sociedad desde el voluntariado. Una mano desinteresada, o mejor, dicho, dos, que necesitan todo tipo de asociaciones y entidades de Álava. Cruz Roja, financiada en gran parte por subvenciones y donaciones, es una de las que más fuerza tiene su componente de voluntariado, mayormente femenino, gracias al cual se sostienen sus programas destinados a los más vulnerables, mayores e infancia.

En la actualidad, 1.705 personas de este territorio histórico así lo hacen en esta organización humanitaria, compartiendo su tiempo y conocimientos, ya sea en tareas de apoyo administrativo, de emergencias o de acompañamiento educativo, entre otras. 524 de ellas lo hacen de forma regular. 

El resto, lo hace de forma esporádica, participando en campañas puntuales, como en losDesayunos y Meriendas con corazón o en el proyecto El juguete educativo, ya que solo hay dos requisitos para poder serlo: disponibilidad, aunque el horario se adapta a cuando uno puede, y ganas de comprometerse. 

REQUISITOS

Una voluntad de ayudar que no tiene edad, puesto que tienen desde personas retiradas de la vida laboral hasta los sorprendentes 12 años, la mínima para poder echar allí una mano. Y aunque no son muchos los voluntarios en Álava con esa edad, los que hay “les apoyan un montón”, tal y como destaca Ana Gorrochategui, técnica del Área de Voluntariado y Desarrollo de la Red Territorial en Cruz Roja Álava.

Por ejemplo, con su increíble pericia a la hora de manejar programas como Canva, de diseño gráfico, con el que hacen carteles, ahorrándoles “horas de trabajo”. También ofrecen apoyo logístico clasificando juguetes o acompañando a otros niños en salidas al aire libre. 

DÓNDE MÁS HAY

En la actualidad, los programas que cuentan con más colaboradores son los relacionados con el Área de Mayores, a los que se acompaña en sus citas médicas, a hacer gestiones o a paliar su soledad no deseada, “porque son también donde más respuesta a personas damos” y en el de Socorros y Emergencias, donde, por fortuna, también tienen “un equipo grande” que da soporte, en preventivos de los fines de semana para diferentes eventos.

Y donde menos hay, motivo por el que se hace un llamamiento en busca de alaveses que quieran apuntarse a ellos, es ahora mismo en dos concretos. El primero es para los cursos de alfabetización en castellano, que se dan en Vitoria, un par de horas a la semana, con el fin de que personas migrantes aprendan el idioma y alcancen su plena inclusión social. “Con saber el idioma y tener alguna experiencia docente o haber estudiado algo vinculado, es suficiente”, precisa Gorrochategui. 

El segundo es “la necesidad muy grande” detectada en Llodio, Amurrio, Oion y Campezo, para el refuerzo escolar de menores, con una dedicación de un par de horas a la semana, “para ofrecer un acompañamiento educativo que dé respuesta a tareas escolares, pero también en tener un rato para relacionarse, jugar y enseñar propuestas que sean saludables y respetuosas y que promuevan otro tipo de aprendizajes”. 

Querer compartir

“Colaborar no depende de saber muchísimo de algo, sino de querer compartir. El voluntario es un intercambio que si compartes un poco desde donde te apetece y desde donde te nace, es interesante para todas partes”, remarca Gorrochategui. Ella misma, como recuerda, empezó hace años como voluntaria y ahora se encarga de dirigir a las personas interesadas hacia las colaboraciones que más le motiven.

Para sumarse al mismo se puede hacer en sus diferentes sedes y sus respectivos teléfonos o en el apartado “Alta Voluntariado” de su página web (https://www2.cruzroja.es/alta-voluntario-web), donde se pueden rellenar datos de contacto.