El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, ha lanzado una mensaje en su homilía de la misa pontifical de la Virgen Blanca para actuar a favor de los ancianos que viven solos, y también ha tenido un recuerdo para Gaza.

El obispo ha celebrado la misa mayor de las fiestas de Vitoria, con la asistencia de las autoridades como la alcaldesa, Maider Etxebarria, el diputado general, Ramiro González, o las consejeras vascas Nerea Melgosa y Amaia Barredo.

En su homilía, el prelado ha descrito a Vitoria-Gasteiz como una ciudad "ideal, cómoda, con calidad de vida y la que llevamos por bandera como ejemplo de urbe. Pero no está exenta de heridas".

"Aquí también hay quienes viven en soledad, sobre todo ancianos. En nuestra ciudad, muchos viven solos, en silencio. Algunos pasan días sin hablar con nadie. Nos duele saber que, en Vitoria, cerca de un 40 % de los mayores de 75 años viven solos, y muchos no tienen redes familiares activas", ha subrayado.

"Y en nuestras familias, los abuelos y abuelas son un tesoro: pueden ser puente entre generaciones, testigos de una vida más sencilla, más orante, más cercana y muchos más feliz y con sentido. ¿Por qué no abrir más espacios donde mayores y jóvenes se escuchen y se comprendan?".

También hay jóvenes, ha añadido el obispo, "que no encuentran horizonte. Hay personas migrantes que no son acogidas con dignidad. Hay desigualdad, hay dificultades insuperables para encontrar vivienda, hay desesperanza".

Y más allá de Vitoria, "vemos un país crispado, dividido, donde el diálogo a veces se sustituye por el insulto. Donde el egoísmo crece y se olvidan los más vulnerables"

Y si se alza la mirada aún más lejos, "vemos un mundo que clama: guerras que no cesan, niños que mueren de hambre, migrantes que se ahogan buscando vida, el grito de la tierra herida por el cambio climático, y hermanos perseguidos por su fe".

Fin de las guerras

El obispo se ha acordado especialmente de Gaza: "El injusto y brutal ataque terrorista del 7 de octubre contra ciudadanos israelíes no justifica el asedio de hambre y muerte que sufren los gazaties día tras día".

También ha tenido presente el sufrimiento en Ucrania, Nigeria, Camerún, Sudán, Etiopía, Yemen y otras tantas regiones de África y Asia.

"Oremos por el fin de estas guerras y colaboremos, en la medida de nuestras posibilidades, con proyectos humanitarios en estas zonas. Con todas nuestras fuerzas, queremos la paz en el mundo", ha concluido el prelado.