Un gran reloj digital va marcando el paso de los segundos. Pero no va hacia adelante. Al contrario, está en plena cuenta atrás. No son pocas las personas que van y vienen por la calle Postas que miran con extrañeza la leyenda que acompaña a los números: “Esta sorpresa no te la esperas. Solo faltan...”. Será el 17 de diciembre cuando se abran las puertas del nuevo espacio social y cultural de Fundación Vital, cerrando un largo paréntesis de puertas cerradas, aunque dentro la actividad haya sido incesante.
Bueno, de hecho, todavía lo es. Son varios los operarios que siguen ultimando los detalles de estas grandes instalaciones que, por un lado, dan a la calle Olaguibel –donde, sobre todo, se van a situar las oficinas de las personas que trabajan en la fundación y que ahora están en la Casa del Cordón– y, por otro, a la plaza de los Fueros. En esta zona, la más amplia, se ubicará el espacio expositivo y un gran auditorio para casi 300 personas.
La intención es que este nuevo emplazamiento sea un lugar referencial para todo el territorio, un espacio que va a multiplicar las posibilidades de Fundación Vital a la hora de desarrollar sus distintas líneas de actuación tanto en el campo cultural como social. Las obras han sido un continuo en este lugar desde hace ya bastante tiempo, aunque casi todos los remates finales están ya concluidos. Eso sí, el espacio cobrará su sentido final cuando abra sus puertas. “Echaremos mucho en falta la Casa del Cordón porque la queremos mucho, es nuestra y seguirá siéndolo, pero es verdad que necesitamos este nuevo espacio”, decía en una reciente entrevista con este periódico Jon Urresti, presidente de Fundación Vital. Ha llegado el momento del traslado.