En las próximas horas o días, el portero de la sala Mitika acusado de golpear a Kerman Villate en la entrada de la discoteca con el fatal resultado de su muerte saldrá en libertad bajo fianza.

Según ha confirmado el abogado de la familia del joven de 31 años fallecido el pasado 23 de febrero a Radio Vitoria, el juez ha decretado la salida de prisión del acusado, que será juzgado en un procedimeinto abreviado sin jurado.

Los cargos a los que se enfrenta el portero de la discoteca serán los de homicido imprudente o lesiones con resultado de muerte.

Cambio respecto a la instrucción

Esto supone un cambio respecto a lo recogido en el auto del juzgado de instrucción del caso, que a finales del mes de septiembre planteaba que el portero de la discoteca Mitika fuera juzgado por un tribunal del jurado al apreciar “indicios sólidos” de que pudo cometer un delito de homicidio o asesinato en la muerte de un joven ocurrida el pasado 23 de febrero a las puertas del local.

El investigado, que permanece en prisión provisional desde su detención por la Ertzaintza, fue grabado en vídeo propinando a la víctima un golpe “a traición y de forma sorpresiva”, de tal magnitud que el joven impactó contra una cristalera y cayó al suelo “como un cuerpo inerte”, según recoge el auto inicial de ingreso en prisión.

En la resolución fechada el 30 de septiembre, el juez consideraba que correspondía al jurado determinar la responsabilidad penal, y rechaza cerrar esta vía por ser “prematuro y contrario a derecho”. El magistrado subrayaba además la existencia de indicios que apuntan a una intencionalidad al menos por dolo eventual.

Vista general del juicio del portero de la discoteca Mitika de Vitoria por una supuesta agresión en otro local de la que fue absuelto EP

El auto destacaba la complexión física extraordinaria del portero —145 kilos, musculado y competidor en pruebas de fuerza, con un récord nacional en levantamiento de cilindro—, así como su experiencia profesional en seguridad y conocimientos de defensa.

Para el juez, el investigado era plenamente consciente de que un golpe suyo en la cara de una persona de complexión media podía causar “un resultado incompatible con la vida”.

Aun así, sostiene la resolución, el portero aceptó ese riesgo y lanzó un golpe “fuerte y violento” que noqueó a la víctima, que cayó sin posibilidad de protegerse. El magistrado añade que la agresión es equiparable, por su potencial lesivo, al impacto de un objeto contundente.

Tras el suceso, el investigado no auxilió al joven ni mostró signos de arrepentimiento, sino que se refugió en el interior del local “dejando morir al agredido”, hasta que un compañero le pidió que saliera, según la instrucción.

El informe final de autopsia concluye que se trató de una muerte violenta con etiología médico-legal homicida.