El mundo de la Psiquiatría avanza y las investigaciones dan sus frutos, con avances esperanzadores y prometedores para abordar problemas severos de depresión, insomnio y adicciones, entre otros. Muchos de los últimos avances en Salud Mental se han dado a conocer en el congreso de Psiquiatría de Vitoria que hasta este viernes se celebra en el Palacio Europa de Gasteiz, con la participación de expertos psiquiatras e investigadores de todo el mundo, 500 de manera presencial y otros 400 online.
De los avances en Psiquiatría puestos sobre la mesa hasta ahora ya se pueden extraer al menos tres destacados titulares. Uno, que los psicodélicos podrían ser útiles para resolver casos de depresión resistente.
Dos, que la dieta mediterránea protege ante la depresión. Y tres, que el 40% de las personas con insomnio se automedica.
El jefe de Psiquiatría de la Red de Salud Mental de Álava, Edorta Elizagarate, cedió este jueves la palabra a tres de los ponentes para que detallaran los últimos avances en el tratamiento de enfermedades mentales.
La novedad farmacológica en el caso del insomnio la explica Nagore Iriarte, psiquiatra de la Red de Salud Mental de Álava. Dicha novedad la constituyen los antagonistas receptores de las orexinas. Son inductores del sueño, no cambian la arquitectura del sueño y no producen depresión respiratoria, al contrario que las benzodiacepinas. Tampoco provocan debilidad muscular al despertar ni pierden eficacia con la administración crónica y, por lo tanto, no generan dependencia.
Algo tan cotidiano como el sueño es fundamental para la salud, en general, y para la salud mental, en concreto. Sin embargo, no es insomnio todo lo que llega a las consultas. La mayor parte de las personas empieza a plantearse que tiene un problema cuando lleva dos noches sin dormir, pero no acude a consulta hasta que ese insomnio altera su vida diurna.
“Es como una pirámide invertida; al principio, llegan muchas personas, luego se va filtrando hasta identificar a los pacientes con un trastorno real de insomnio. El 8% de la población tiene problemas de sueño”, apunta. Asimismo, reconoce un exceso de medicación en la sociedad: “El malestar de la vida no se maneja con una pastilla”, apunta.
Un diagnóstico "complejo"
El diagnóstico de insomnio es “complejo”, ya que existen varios tipos de sueño, que difieren entre sí. Y, a pesar de que se habla de insomnio en términos generales, hay muchos subtipos de trastornos del sueño, y todos ellos han de tenerse en cuenta a la hora de hacer un diagnóstico correcto, “esencial para iniciar un tratamiento adecuado”, afirma Iriarte.
El tratamiento farmacológico es la herramienta más habitual para manejar el insomnio, pero antes, “es muy importante lograr una correcta higiene del sueño”
El tratamiento farmacológico es la herramienta más habitual para manejar el insomnio, pero antes, “es muy importante lograr una correcta higiene del sueño”, subrayan los expertos.
Y, para ello, evitar comportamientos que interfieren y perjudican el camino hacia una correcta higiene del sueño: tabaco, teína o cafeína por la noche, dormir siestas, no mantener rutinas a la hora de acostarse, excesiva estimulación emocional o física antes de acostarse, comer mucho o muy poco, dispositivos electrónicos antes de dormir, etc.
Con todo, cuando la higiene del sueño no es suficiente, se recurre al tratamiento farmacológico, principalmente a las benzodiacepinas, “eficaces para el insomnio ocasional, pero que cada vez precisan mayores dosis y suelen producir dependencia, por lo que no hay que usarlas más allá de tres meses seguidos”, asegura Iriarte.
Hay otros fármacos, tipo antidepresivos, antipsicóticos y antihistamínicos, que se usan en trastornos del sueño, pero que “carecen de una indicación específica para esta patología”. Es en este sentido en el que la Psiquiatría llama la atención ante el hecho de que el 40% de las personas con insomnio se automedica.