En vísperas de San Valentín son muchos los que piensan en una forma de sorprender a su pareja. Flores, una joya, un plan romántico o, por qué no, un dulce para disfrutar de un amor empalagoso. Otros, con pareja o sin ella, pasan olímpicamente de la celebración de cupido pero a nadie le amarga un dulce.
Así que unos y otros se sorprenderán a buen seguro por la propuesta de una postrería que lleva apensas tres meses haciendo las delicias de los más golosos en la capital alavesa.
"El concepto de nuestra postrería, que es similar a una pastelería pero enfocada en el formato postre, se basa en el predominio del sabor y el respeto a la tradición", explica Gustavo Azevedo, el joven chef detrás de 'Gustazos', el negocio que desde noviembre del año pasado regenta en el número 3 de la céntrica calle Jesús Guridi.
"Para este San Valentín hemos pensado en hacer algo especial. No es solo un producto sino es una experiencia para jugar un poco con los cinco sentidos con la que sentir que si alguien te regala eso es porque a esa persona le importas"
A la oferta habitual de tartas y pasteles de la postrería se sumará una apuesta especial de cara al día de los enamorados. "Ya sabemos que cuando venís a 'Gustazos' es porque queréis regalar algo que vaya a sorprender, queréis dar ese amor que queremos transmitir nosotros con lo que hacemos. Por eso para este San Valentín hemos pensado en hacer algo especial. No es solo un producto sino es una experiencia para jugar un poco con los cinco sentidos con la que sentir que si alguien te regala eso es porque a esa persona le importas", adelanta Gustavo Azevedo manteniendo el misterio.
El pack especial para celebrar el día de los enamorados se compone de una vela aromática decorativa, una rosa, un postre de inspiración frambuesa y unas galletas. Para rematar la dulce sorpresa incluye "una tarjeta para poner lo que quiera el cliente, con una lista de música creada por nosotros de Spotify". Un regalo para disfrutar con los 5 sentidos.
La paternidad, clave para decantarse por el dulce
Formado en la Escuela de Hostelería de Gamarra y con un bagaje que incluye experiencias culinarias en Asia y Canarias, Azevedo se ha lanzado al ruedo repostero de Vitoria, una plaza con grandes nombres como Goya, Sosoaga, Artepan, Txistu, Nalda o la Peña Dulce a los que en los últimos años se han sumado nuevos nombres que mantienen alto el listón repostero de la capital de Euskadi.
Antes de terminar entre hornos y fogones, Gustavo se formó como en Urkide como técnico superior de actividades físico-deportivas. "Me molaba mucho trabajar con los niños pero cuando estuve en cocina fue como sentir que estaba en mi sitio".
"Mi experiencia previa han sido en el mundo salado, ya sea dirigiendo o cocinando. Solo estuve unos meses en la partida dulce de un restaurante y de ahí que quisiera formarme más, para ser más completo y fue cuando me di cuenta que podía ser igual o más divertida que la cocina salada", explica el cocinero.
La diversión de esta rama de la cocina se vio secundada por la necesidad de conciliar tras la llegada de la paternidad. "Al descubrir que iba a ser aita no concebía el horario de la hostelería con una crianza presente", desvela.
Y no es que la pastelería sea un camino fácil y menos estando solo al frente del negocio pero la respuesta de los clientes compensa los esfuerzos. "El público lo acoge muy bien y entiende lo que quiero expresar: calidad, amor y mucho sabor. La carga para una persona sola es mucha, son muchas cosas, pero ver que a todo el mundo le está gustando me dan las fuerzas para seguir"
"Una postrería de autor"
'Gustazos' no es una pastelería convencional, es una "postrería de autor" que eleva el arte de los dulces a nuevas alturas. El local se ha convertido rápidamente en un punto de peregrinación para los amantes de la buena mesa y de las propuestas atrevidas, ofreciendo una experiencia sensorial que va más allá del simple acto de comer un postre.
"Queremos que las personas sientan que están comiendo una pequeña obra de arte, algo hecho con mucho mimo y amor"
Y es que en 'Gustazos' nada es lo que parece pero todo es dulce y está muy rico. "Nuestros postres tienen una estética cuidada y moderna.Queremos que las personas sientan que están comiendo una pequeña obra de arte, algo hecho con mucho mimo y amor. Buscamos dar un salto de calidad a una pastelería más moderna, consciente y crear un mayor interés", explica Azevedo.
Lejos de conformarse con la típica combinación de bizcocho y mousse, Azevedo incorpora capas de galleta, crujientes, coberturas y mousses, creando una experiencia que evoluciona con cada bocado.
La estética no se queda atrás. Cada creación es una pequeña obra de arte, diseñada para cautivar tanto a la vista como al paladar. El aspecto moderno y cuidado de los postres refleja la visión vanguardista de Azevedo, alejándose de los formatos tradicionales.
Limones y cacahuetes
Entre las creaciones que han cautivado a los vitorianos destacan dos postres emblemáticos: los limones y los cacahuetes, dos filigranas de la ilusión culinaria.
Detrás de cada postre hay un despliegue de técnicas de vanguardia que permite dar formas sorprendentes a los pasteles, creando esculturas comestibles que desafían la imaginación
Los postres con forma de limón son un festín para los sentidos. Sobre una base de galleta de mantequilla salpicada con trocitos de piel de limón, se erige una estructura de mousse de limón y bizcocho, coronada por una gelatina de leche infusionada en limón. El resultado es una explosión cítrica que desafía las expectativas.
Los cacahuetes de chocolate son pequeños bombones que han conquistado los paladares con su simplicidad engañosa. Con la forma exacta de un cacahuete, esconden un interior de chocolate con un toque de sal y crema de cacahuete que ha demostrado ser irresistible para los clientes.
Dos buenas opciones para sorprender y disufrutar en San Valentín, ya sea en compañía o en dulce soledad.
"Mi filosofía es el sabor"
Una estética que no está por encima de la calidad del postre ni mucho menos. "Mi filosofía es el sabor", afirma Azevedo con convicción. Esta declaración no es un mero eslogan publicitario, sino el principio rector que guía cada creación en 'Gustazos'.
Azevedo y su equipo logran potenciar los sabores naturales de los ingredientes, ofreciendo una paleta de sensaciones que sorprende y deleita por igual. Cada postre es una composición cuidadosamente orquestada de texturas y sabores.
Y es que detrás de cada postre hay un despliegue de técnicas de vanguardia que Azevedo ha perfeccionado a lo largo de los años con recursos como el templado de chocolate, que permite dar formas sorprendentes a los pasteles, creando esculturas comestibles que desafían la imaginación.
El pistoleado con manteca y colorantes liposolubles confiere a las elaboraciones un efecto terciopelo, dotándolas de un realismo asombroso y los moldes de silicona alimentaria permiten a Azevedo crear formas realistas que son una de las señas de identidad de la postería de la calle Jesús Guridi, que incorpora sabores antes inimaginables, como el exótico yuzu gracias al uso de métodos culinarios novedosos.
Con la llegada de San Valentín, 'Gustazos' se posiciona como una interesante opción para aquellos que buscan sorprender a sus seres queridos con un detalle que va más allá de lo convencional. Ya sea una caja de los famosos cacahuetes de chocolate o una selección de postres artísticos, estas creaciones prometen ser un gesto de amor tan dulce como memorable.