Un grupo de vitorianos vinculados a la acción social de la parroquia de Santa María de Los Ángeles, de la calle Bastiturri, junto con la ONG Zarrian Barri que trabaja para evitar la exclusión social, se ha propuesto conseguir llenar y enviar “cuanto antes” un contenedor repleto de ropa usada a Puerto Maldonado (Perú).

Lo hacen por una cuádruple noble causa: dar una segunda vida a esas prendas, dignificar su acceso a las personas con escasos recursos, dar trabajo a cuatro familias monomarentales en el bazar en el que se venderán las prendas recibidas y mantener una residencia de ancianos “abandonados” (Apaktone) con los beneficios de las mismas.

Cartel de la campaña de recogida de ropa Cedida

Esta campaña de recogida empezó este mismo lunes y continuará hasta el 18 de octubre, de manera que todas las personas que estos días hagan el inevitable cambio de armario de esta época del año y que quieran dar una segunda vida a sus prendas, las pueden entregar en este mismo templo, de lunes a viernes, en horario de 17.00 a 19.00 horas.

“Principalmente, necesitamos ropa para niños y adolescentes y, sobre todo de verano, y también puzzles y cuentos, pero eso no significa que no se pueda enviar todo tipo de ropa, porque todo se utiliza"

“Principalmente, necesitamos ropa para niños y adolescentes y, sobre todo de verano, y también puzzles y cuentos, pero eso no significa que no se pueda enviar todo tipo de ropa, porque todo se utiliza. Por ejemplo, para esa gente que está de paso y no tiene ropa para combatir el frío, cuando se encuentran que en un día pasan de los 40 grados a 20 por la noche”, aclara Rosa, miembro de este grupo de acción social de la parroquia de Los Ángeles.

Lo que sí que hacen es un llamamiento para que no se lleven peluches. “Básicamente, –como aclara– porque ocupan mucho en el contenedor y eso quita espacio”.

Tercera vez

Se trata de la tercera vez que desde este grupo de acción social de esta iglesia gasteiztarra se hace una iniciativa así para Puerto Maldonado, al sureste de Perú, con el fin de paliar la falta de recursos tanto de sus lugareños como de mucha de la gente que se encuentra allí de paso, al ser un lugar que hace frontera con Brasil, y al que acuden para trabajar en la extracción de castaña, arroz, yuca, coco, caucho (históricamente la más importante) o madera.

Una ciudad en la que además tienen “contacto directo” con el obispo de aquel vicariato (David Martínez de Aguirre), que ha sido miembro de la parroquia desde su infancia y con la que siempre ha mantenido el vínculo, pese a llevar muchos años en Perú. “Primero, como misionero y posteriormente, ya como obispo”, precisa Rosa.

Así, la primera de estas campañas solidarias comenzó en diciembre de 2018, como parte de un proyecto de la rama Gurasoak del Grupo Eskaut Los Ángeles, que se denominó Tendiendo Puentes con Perú. “Celebramos un concierto benéfico en la parroquia en el que participaron altruistamente tres coros de la ciudad (Nurat, Ahots Argak y Urkanta)”, recuerda Rosa.

Gracias a ello, se recaudaron 2.789 euros que se donaron íntegramente a Puerto Maldonado.

La penúltima de ellas llegó en septiembre de 2022, junto a Zarrian-Barri, cuando consiguieron enviar a Puerto Maldonado un contenedor completo con ropa usada y con material ortoprotésico (sillas de ruedas, camas articuladas, grúas, etc.).

Y su deseo ahora es hacer realidad este tercer intento, con el mismo destino para seguir ayudando a su gente, incluyendo sus vecinos mayores. Un drama que han podido ver de cerca este agosto los hijos de Rosa, a la que han dicho al llegar “que luego nos quejamos de lo que pasa aquí”.