El operativo de búsqueda en el puerto de Zaldiaran empieza a tener ciertos visos de una persecución de película de finales de la década de los 60, que, de hecho, llegó a inspirar un film: la de la intensa búsqueda del labrador Elicio Rojo que se echó al monte, por la Peña Amaya (Burgos), para huir de la Guardia Civil después de acabar con la vida en Villamayor de Treviño de tres vecinos de este pueblo burgalés y de herir a otras dos.
En este caso, no ha habido ni asesinatos con escopeta ni una percusión que dure cinco semanas, como la de Rojo, que finalmente acabó cuando su cadáver fue encontrado gracias al perro del pastor de Amaya.
Pero desde luego que ha dejado en vilo a esta parte del territorio alavés a la hora de intentar saber qué ha pasado con los dos fugados que huyeron el pasado 21 de julio campo a través, tras intentar arrollar a un ertzaina al que horas antes intentaron asaltar en su casa de Doroño en plena madrugada.
Tras el asalto fallido y el intento de atropello en la huida, el ertzaina disparó a los dos individuos hiriendo de bala a uno de ellos
Disparos
Tras percatarse este agente de que intentaban robar en su vivienda, a eso de la una y media de la madrugada, cuando estaba con su madre, tras asegurarse de que ella estaba bien, no dudó en perseguirles en su propio vehículo.
Ellos, al darse cuenta de que le seguían, intentaron atropellarle con su furgoneta, y el ertzaina, por su parte, se defendió disparándoles, lo que provocó que uno de ellos quedara herido por las balas.
Finalmente, uno de los tres implicados fue detenido, pero los otros dos, no. Fue entonces cuando el puerto de Zaldiaran se cortó por primera vez, en un operativo en el que colaboraron, además de la Ertzaintza, Guardia Civil y Policía Local y se desplegaron drones por la zona.
Este martes por la tarde, el Zaldiaran se cortó de nuevo, por esta misma investigación, que como sigue abierta, desde el Departamento vasco de Seguridad no pueden ofrecer más detalles al respecto.
Poco después, esa misma tarde, el puerto, a 3,5 kilómetros de Doroño quedó reabierto. Pero la búsqueda, de momento, sigue.