No es de extrañar que en los paseos diarios sean los propios dueños quienes prefieran llevar a su perro sin ataduras, como quien dice. Sin embargo, en la capital alavesa, al igual que en otros lugares, la ley obliga a respetar ciertas normas a fin de garantizar la convivencia segura entre perros y humanos.
Con carácter general, tal y como establece la Ordenanza Municipal Reguladora de la Protección y Tenencia de Animales, los perros deben estar controlados y sujetos mediante cadena, correa u otro sistema adecuado, de una longitud máxima de dos metros, en vías, parques y espacios públicos urbanos.
Excepciones
Sin embargo, a excepción de los clasificados como potencialmente peligrosos –que deberán ir siempre atados– los perros podrán estar sueltos únicamente en las zonas verdes. Pero no en todas. En aquellos entornos verdes de la ciudad muy transitados, los dueños deberán llevarlos atados.
En este sentido, el Ayuntamiento de Gasteiz señala el parque de la Catedral Nueva; las zonas ajardinadas del Campus de la Universidad (salvo los jardines María de Maeztu); El Prado; La Florida (incluido el Jardín Secreto del Agua) así como los espacios integrados en la Red Natura 2000; como bien son Salburua, Zadorra, Robledales Isla de la Llanada alavesa y Montes Altos de Vitoria.
En festividades y eventos
Del mismo modo, por el propio bienestar de estos seres, no podrán estar sueltos durante la celebración de diferentes festividades y eventos en las zonas verdes permitidas. Y, en el Anillo Verde –Salburua, Zabalgana, Olárizu, Armentia y Zadorra– los perros deberán ir atados excepto en las zonas específicamente señalizadas; por posibles alteraciones con la fauna salvaje de estos entornos naturales. En este sentido, si van sueltos en las zonas permitidas para ello, los propietarios estarán siempre obligadas a mantener el control sobre ellas.
De la misma forma, queda terminantemente prohibido el acceso de los animales a las fuentes de agua potable situadas en la vía pública y su presencia en las zonas de juego infantil. Recordar por otro lado también que desobedecer la normativa municipal implica una infracción leve directa. Sin ir más lejos, una sanción que puede ser de hasta 750 euros.