Esta información no será otra más de las muchas que han hecho durante años, y en especial, las últimas semanas tristemente famoso al Gasteiz Antzokia, el esperado centro cultural y de encuentro de la comunidad euskaltzale de Vitoria, en un remozado Palacio Ruiz de Vergara, del Casco Viejo. No en vano, las siguientes líneas no versan ni sobre retrasos ni sobre “líos de subvenciones”, sino de su noticia más deseada: la de su ansiada puesta de largo.

“Vamos a abrir en julio. Será más bien a mediados, después del Ironman y antes de fiestas de Santiago. En breve, daremos una rueda de prensa”, anuncia a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Luis García, del equipo de Administración de Lazarraga Kultur Elkartea, la asociación que será la encargada de gestionarlo y que está “con muchas ganas, tocando el edificio y cogiéndole un poco la medida, para ver cómo es, viendo, por ejemplo, si esta puerta roza... Esto es lo más anecdótico, pero, al final, cuando vas a un espacio hay que tener muy claro dónde va a estar el escenario, por dónde van a entrar los artistas, dónde van a tener el camerino, dónde coloco a la gente...”. 

Fiesta de apertura

La inauguración del Izaskun Arrue Kulturgunea, que así es como se llama oficialmente, en honor a la primera andereño de Araba, una mujer volcada en la enseñanza en euskera y la principal impulsora del proyecto de la ikastola Olabide, se hará, en concreto, con “un acto social en el que toda la gente se pueda a acercar a estar con nosotros y a conocer el edificio y a hacer una primera actividad”.

El desbloqueo de esta apertura se produjo el 10 de junio cuando el Ayuntamiento y Lazarraga firmaron un convenio, que cubrirá desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de este 2024, y que modificará el plan operativo inicialmente presentado por Lazarraga. La subvención acordada será de 325.000 euros, un cifra inferior a los 350.0000 previstos en un principio.

Conferencias, mesas redondas...

Pero, como puntualiza García, esta casa del euskera será “mucho más” que un espacio de conciertos.

La visión que se tiene desde fuera es de centro cultural que programará conciertillos, pero el proyecto va bastante más allá de eso, porque dentro también hay una serie de convocatorias artísticas, para jóvenes creadores, de música y teatro, un poco en la línea de lo que se hacía en Oihaneder Euskararen Etxea. Y queremos ofrecer un espacio para que toda esa gente pueda preparar sus actividades, dándoles espacio y medios económicos. Y aparte de eso, va a haber mesas redondas, conferencias, presentaciones... Y planeamos también hacer colonias culturales para txikis en invierno y verano, aunque para este último ya no llegamos”, avanza.

“Muy contentos”

Y en esas están, “definiéndolo todo”, en un proceso que describen como “muy bonito”, al tiempo que “intenso”, “porque estamos trabajando mucho y deprisa, pero como es lo que sabemos hacer y lo que nos gusta, estamos con nervios, pero muy contentos”.

Para estas primeras semanas, sus objetivos son claros: “Nosotros, al final, lo que queremos es empezar cuanto antes, dotar de contenido al edificio y socializarlo, para que la gente de Vitoria se acerque y pueda conocerlo porque se lleva mucho tiempo hablando de este proyecto y no de su contenido, pero queremos empezar a hablar de nuestras actividades y no de líos de subvenciones ni de esas cosas. Queremos darle la vuelta a todo eso”, desea.  

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En imágenes: Los palacios del Casco Viejo de Vitoria reviven al calor de estos nuevos proyectos Alex Larretxi/ Jorge Muñoz

Gran expectación

Y lo mejor es que también están notando que hay mucha expectación por parte de la ciudadanía gasteiztarra, que se acercan a preguntarles cuándo abrirá por fin y qué quieren hacer.

“Sí, hay muchas ganas. Quizás lo positivo de estos últimos meses, es que se ha generado una curiosidad y la gente tiene ganas de conocer el espacio, a ver qué le van a ofrecer. En este sentido, también os queremos dar las gracias a la prensa porque habéis hecho un seguimiento de todo esto y se ha contado muy bien el problema que había”, agradece García.

“Traer algo majo”

En concreto, ahora mismo están terminando de cerrar los detalles de la programación de las primeras actividades de julio y agosto: “Y estamos peleando para traer algo majo, pero no es fácil porque hay que tener en cuenta que estamos en temporada alta y muchos artistas tienen las fechas comprometidas. Recordemos que hemos estado mucho tiempo en la cuerda floja, a punto de dejar el proyecto, porque en esas condiciones, no tenía ningún sentido empezar a trabajar. Cuando hace quince días, conseguimos darle la vuelta a la situación, dijimos que era el momento de empezar a ponerse en marcha ya con los planes operativos”.

Sus planes actuales pasan por empezar en un formato “más bien pequeño”, ya que “a día de hoy, no se ha adjudicado el concurso que sacó el Ayuntamiento para el material audiovisual del área escénica. Entonces, una vez que se haga, la empresa adjudicataria tiene unos plazos legales para suministrar esos materiales, traerlos de fábrica e instalarlos. Por tanto, estamos hablando de que igual los equipos definitivos, no los tenemos instalados antes de octubre o noviembre, así que por fuerza, la actividad que vamos a hacer entretanto, va a ser más sencilla, más humilde y más barata porque para cada actividad de cierto tamaño que queramos hacer, tenemos que alquilar luz y sonido y todo eso va contra el presupuesto que tenemos”.

Puestos de trabajo

Más complicado, como dice, es dar números del número exacto de personas a las que se dará empleo, otra de las patas más importantes de este proyecto.

“Como puestos directos de esta asociación, estarían cinco del equipo de trabajo previsto, dentro de nuestras tres ramas: administración, comunicación, y programación cultural de actividades. Y a futuro, si esto crece, se podrían ampliar”, concreta.

Aparte, también estima que harán falta “personal auxiliar para encargarse del cierre del edificio, personal técnico para el montaje del equipo audiovisual cuando haya conciertos, cine o teatro... También se necesitará personal de limpieza para adecentarlo y luego siempre surgen necesidades relacionadas con equipos informáticos y tecnología, más la gente que participe en conferencias, conciertos...”

Y por otra parte, “daremos nuestras convocatorias artísticas, para jóvenes creadores, a los que se les va a proporcionar espacio, medios económicos... Medir eso en un impacto económico es difícil y todavía no tenemos un cálculo hecho para la ciudad de nuestra actividad”.

La taberna

En cuanto a la taberna del centro, Lazarraga también tiene planes: “Cada uno tiene que hacer lo que sabe hacer, así que nuestra previsión es sacarla a licitación, para que sea un hostelero el que gestione la barra y dé un servicio adecuado”.