Tras años de abandono, cuatro casonas de la ‘almendra’ reviven al calor de variados proyectos públicos y privados. El Escoriaza-Esquível y, sobre todo, el Álava-Esquível son las grandes asignaturas pendientes
Una de las puertas de acceso recién reformadas al Maturana-Verástegui. | REPORTAJE FOTOGRÁFICO: ALEX LARRETXI / JORGE MUÑOZ
A.Larretxi/J.Muñoz
Tras años de abandono, cuatro casonas de la ‘almendra’ reviven al calor de variados proyectos públicos y privados. El Escoriaza-Esquível y, sobre todo, el Álava-Esquível son las grandes asignaturas pendientes
El palacio Gobeo-Guevara acoge desde el año pasado una residencia.
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La gran asignatura pendiente: el ruinoso palacio Álava-Esquível.
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El palacio Ruiz de Vergara será el anhelado Gasteiz Antzokia.
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Las obras para convertir el Álava-Velasco en hotel avanzan.
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El palacio Maturana-Verástegui acaba de estrenar ventanas.
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El Escoriaza-Esquível, infrautilizado, podría convertirse en museo.
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Acceso al centro Izaskun Arrue, en la calle Herrería.
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Tras años de abandono, cuatro casonas de la ‘almendra’ reviven al calor de variados proyectos públicos y privados. El Escoriaza-Esquível y, sobre todo, el Álava-Esquível son las grandes asignaturas pendientes