Ya falta poco para que las calles de la capital alavesa retomen, como marca la tradición, uno de los desfiles más multitudinarios del año. Y es que, el Carnaval vitoriano siempre crea grandes expectativas. Y las cumple, puesto que es capaz de despertar el ánimo incluso de los menos fiesteros.
Precisamente, este 2024 la cita desplegará sus alas los días 10 y 11 de febrero en la ciudad y contará con la participación de un total de 25 comparsas.
A falta de menos de un mes para esos dos grandes días, los distintos grupos carnavaleros ultiman los preparativos de sus carrozas en plena recta final. Eso sí, al compás de la música y con la vista puesta en cada detalle, por minúsculo que sea.
Con la temática decidida ya desde hace meses, al igual que el disfraz idóneo para la ocasión, los figurantes prestan ahora especial atención a dos de los imprescindibles para que todo marche sobre ruedas en el desfile: el montaje de la carroza y el ensayo de las coreografías.
"Cada año se suma más gente, por lo que el grupo podría crecer todavía más si no hubiese tanta limitación"
En este marco y, para conocer con mayor profundidad parte del proceso artístico de horas y horas de trabajo, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha tenido la oportunidad de adentrarse en dos de estas comparsas gasteiztarras.
Para el colegio San Viator ya es más que una tradición. Sus 29 años tomando parte en cada salida carnavalera, nada más y nada menos, han convertido a esta comparsa en una de las más veteranas de Vitoria. “Desde 1995 hasta la fecha actual, restando el año de la pandemia”, recuerda el presidente de la Asociación Cultural y Cofradía del centro educativo, José Luis Fernández de Pinedo.
Una comparsa que este año alberga un listado de 383 integrantes, muy cercano al máximo establecido por el Ayuntamiento de Gasteiz, que se sitúa en 400. “Cada año se suma más gente, por lo que el grupo podría crecer todavía más si no hubiese tanta limitación”, sostiene el presidente.
"Hay temáticas preciosas pero que, por tema de costes, no se pueden realizar"
Un disfraz único
En vista de la atenta mirada del público hacia la vestimenta que luce cada comparsa en los desfiles de sábado y domingo de Carnaval, queda claro que el disfraz importa, y mucho.
En este sentido, la creatividad y la originalidad son dos de los factores indispensables que entran en juego a la hora de dibujar ideas en el boceto, pero sin olvidar que deben ser propuestas realistas y realizables.
“Cada año, cuando terminamos el Carnaval, realizamos una encuesta de satisfacción y lanzamos un espacio para proponer disfraces de cara al siguiente”, explica Fernández de Pinedo. “Hay temáticas preciosas pero que, por tema de costes, no se pueden realizar. Nosotros lo que queremos es que sea asequible para las familias; que no sea un disparate en el tema económico”, expone.
"Llevamos formando parte del Carnaval de Vitoria desde el año 2015 y ya nos conocemos todos"
Tras debatir varias opciones, ha sido la popular serie de animación Los Picapiedra la que ha servido como fuente inspiración a esta carroza; que dejará ver las figuras de Betty, Vilma, Pedro, Pablo y la pequeña Pebbles al ritmo de la música.
Con la misma ilusión afronta otro año más el desfile la comparsa de Aranbizkarra. “Llevamos formando parte del Carnaval de Vitoria desde el año 2015 y ya nos conocemos todos; siempre solemos salir los mismos, así que somos como una gran familia”, destaca la coordinadora de la comparsa, Ainhoa Paz.
"Generalmente estamos rodeados de malas noticias, entonces el fin de semana de Carnaval se trata de olvidar y disfrutar”
“Te apuntas porque sabes que lo disfrutas, que te hace mucha ilusión ver las caras de los más txikis y ver cómo crece la gente”, detalla la comparsera.
¿La especialidad de la casa? El colorido. Algo que predomina siempre de cara a la elección del disfraz. “Este año salimos 270 personas vestidas de samberos, del Carnaval de Río de Janeiro. Nos encantan los disfraces y las carrozas coloridas, las plumas, la brillantina... Siempre buscamos temáticas en las que podamos compaginar todo eso”, explica Paz.
Y es que el pequeño pero gran matiz de disfrutar siempre permanece vivo en esta comparsa de barrio. “Generalmente estamos rodeados de malas noticias, entonces el fin de semana de Carnaval se trata de olvidar y disfrutar”, expresa.
Seis temas, entre tradición y modernidad
El frío que normalmente padece Gasteiz durante estos días pasa a un segundo plano cuando las ganas de bailar entran en el terreno de juego. Que se lo digan a los vecinos y vecinas de la comparsa de Aranbizkarra, quienes el pasado sábado dieron rienda suelta a sus pasos prohibidos en el patio del colegio de la calle Burgos a buen ritmo, en especial, los txikis. “Solamente tienes que verlos, se aprenden las coreografías muy rápido; en cambio, a los padres nos cuesta un poco más”, bromea la coordinadora.
"Los dos primeros ensayos cuestan un poquito más, después, todo va de maravilla”
Por lo general, son seis las canciones que cada comparsa debe escoger para incluir en su particular lista. Temas como Las Babys de Aitana o El Mambo de Kiko Rivera son algunas de las apuestas, pero sin olvidar la esencia del festejo. “Otros años a lo mejor sí que hemos puesto más reguetón, pero para este hemos optado por canciones más carnavaleras”, señala Paz.
En lo que respecta a los pasos de la coreografía, normalmente se “remezclan”, aunque tratan de incluir alguna que otra novedad para romper, en cierto modo, con la repetitividad. Asimismo, los dos primeros ensayos son los que más atención requieren. “Cuestan un poquito más, después, todo va de maravilla”, apunta.
Por su parte, San Viator prepara las coreografías en el polideportivo del colegio desde hace dos fines de semana. Un espacio en el que profesores, padres, madres y alumnos se dejan llevar con la vista puesta en la cita de febrero. “Sin los desfiles de las comparsas del sábado y del domingo, el Carnaval de Vitoria no sería lo mismo. Son el alma de la fiesta”, resalta el presidente de la asociación cultural del centro.
Presencia de centros públicos
Por primera vez en la historia del Carnaval gasteiztarra, se suman al listado habitual de comparsas dos nuevas con inmensas ganas de estrenarse. De la rama de la educación pública, la ikastola Ikasbidea de Durana y las tres escuelas públicas de Salburua –Arantzabela, Errekabarri y Salburua– se sumergen por completo en el desfile para realizar un guiño a la enseñanza pública y al euskera, entre otros objetivos.
“Queríamos crear una carroza en representación de todo el barrio, visibilizando el euskera, el feminismo y el ecologismo”, explica Ibabe González, una de las coordinadoras de la comparsa de Salburua, que cuenta con 303 participantes.
Naturaleza mágica ha sido la temática escogida para su debut y, por supuesto, con canciones en la línea de la defensa de la lengua vasca y con intérpretes del territorio alavés, a poder ser.