Desde hoy, los barrios de Judimendi, San Cristóbal, Arana, Santiago y Adurtza se suman a la regulación del estacionamiento en las calles de Vitoria, que entre otras cosas, pretende limitar el uso privado del vehículo. De hecho, la mayoría de estas plazas de aparcamiento son exclusivas para residentes.
La noticia no ha sido plato de buen gusto para algunos vecinos y vecinas de estos barrios que, desde hace ya varios años, residen en estas zonas y aseguran que no acostumbran a ver tanto espacio libre en las aceras y aparcamientos.
En el barrio de Judimendi, se puede percibir una insatisfacción generalizada por la puesta en marcha de esta medida. “ Me parecería bien si los vecinos pudiéramos aparcar gratis o pagar un precio más moderado, pero si tenemos que pagar 40 euros al año…” expresa un vecino jubilado. Y es que, la tasa anual para los residentes de estas zonas es de 43,80 euros.
Para muchos, también ha sido una sorpresa encontrarse con las calles más espaciosas. “Cuando me he despertado esta mañana había olvidado por completo el inicio de la OTA, por eso, me ha impactado ver cuatro coches aparcados. Este barrio siempre suele estar hasta arriba”, puntualiza.
La negativa ante la OTA también ha trascendido al barrio de San Cristóbal, donde otro vecino ha expresado su enfado ante esta medida. “Es un negocio. Pienso que no merece la pena llevar el coche al centro, desplazarse en transporte público o a pie son opciones bastante más viables”, apunta.
Pequeños comercios
Algunos establecimientos de la zona ya han sufrido las consecuencias de esta medida. Tal es el caso de Elodia Insfran, propietaria de la cafetería Chaplin, en el barrio de Arana. “Ni me parece bien, ni nos viene bien para el negocio. Solemos repartir bastantes desayunos todos los días y hoy, no ha venido nadie”, afirma.
Insfran ha expresado que Arana es un barrio de personas humildes y trabajadoras, por ello, considera injusto que deban pagar una tasa. “Para mi marido y para mí, que somos los dos encargados de sacar adelante el bar, también supone un gasto importante de dinero. No nos permiten pagar al año porque no estamos empadronados aquí, así que debemos realizar el pago diariamente”, explica.
Similar es el caso de Elena Rodríguez, vecina de Ibaiondo y trabajadora de la panadería y pastelería “Tiempo de Cerezas”, situada en el barrio de Judimendi. Además de su descontento por no poder optar a la tasa anual, ha mostrado la confusión que existe ahora mismo en la zona. “He aparcado el coche esta mañana y he tenido problemas con el nuevo parquímetro digital”, dice.
Y es que, en estos nuevos aparatos, los usuarios deberán introducir el número de matrícula del vehículo para poder realizar la operación. “Debería haber más operarios atendiendo las dudas, y más, siendo el primer día”, señala.
Que cada cierto tiempo se deba mover el vehículo de sitio, al menos tres tramos de calle, tampoco ha sido plato de buen gusto para los trabajadores. “Cada hora y media tengo que abandonar la tienda para desplazar mi coche hasta otro lugar, no tiene sentido”, espeta Rodríguez.
A pesar de las críticas, hay quien puede llegar a ver el lado positivo de este sistema. Tal es el caso de la joven de San Cristóbal Julie Matías, que mientras colocaba su nueva tarjeta de la OTA en la parte delantera de su coche, contaba que agradece tener más sitio a la hora de aparcar. “La tarjeta es un método cómodo porque puedes aparcar en zonas céntricas o próximas a ellas, como por ejemplo Judimendi”.
Es cierto que el aparcamiento del vehículo está más asegurado de esta manera, ya que los ciudadanos podrán encontrar sitio para estacionar en zonas normalmente muy concurridas. Sin embargo, la joven también ha admitido que esta medida puede resultar un verdadero ‘problemón’ para muchos, también para estudiantes del campus universitario. “Tener que salir de clase cada hora y poco solamente para mover el coche, no creo que sea cómodo para nadie”, afirma.
La OTA ya ha llegado a estos barrios de la capital alavesa y el descontento del vecindario, es más que visible. Y no solo eso, esta medida ha traído algunas novedades que los ciudadanos deben conocer.
Por un lado, cabe mencionar que los nuevos parquímetros son digitales y que se podrá pagar con tarjeta bancaria en todos ellos. Asimismo, se han impuesto un total de 3.300 plazas nuevas en toda la ciudad y dos vehículos especializados serán los encargados de vigilar el pago correspondido.