PNV y Gobierno vasco han aplaudido la esperada propuesta de planificación eléctrica que presentó este viernes la ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen. Todavía se desconoce el impacto que tendrá en Euskadi, pero las líneas generales anunciadas por Aagesen han sido muy bien recibidas, sobre todo una de ellas, que la nueva planificación otorgará prioridad a los proyectos industriales. La propuesta ya está abierta a consulta pública hasta el 6 de octubre.

“Valoramos positivamente que, tras meses de trabajo, el Gobierno español haya accedido a que se incremente el gasto y la inversión en potencia para las redes y que este gasto y esta inversión esté enfocado en la industria”, fueron las primeras palabras del consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi. Su departamento se reunirá a comienzos de la próxima semana con el Ministerio para conocer más detalles del plan y si Euskadi podrá contar con los 6.000 MW de potencia adicional que ha solicitado.

La nueva planificación prevé una inyección económica de 13.590 millones de euros hasta el final de la década para aumentar la capacidad de la red de transporte, es decir, la de alta tensión que gestiona Red Eléctrica, filial de Redeia, y dar así cabida a nuevas conexiones de grandes consumidores, como las industrias. Esta inversión es muy superior a la que contempla la planificación actual, que son 8.203 millones de euros, por lo que el incremento es del 62%.

“Hoy presentamos un marco para desarrollar una red eléctrica que nos permita electrificar la economía”

Sara Aagesen - Ministra para la Transición Ecológica

Esto está directamente relacionado con el momento actual, en el que la transición energética exige un nivel de electrificación mucho más elevado. De hecho, tal y como explicó el Ministerio, las anteriores planificaciones de electricidad se centraron en atender las peticiones de acceso para generación de electricidad, sin embargo, ahora el principal motor es la demanda, que representa el 41% de las solicitudes recibidas. El número de peticiones no sólo se ha multiplicado por cinco, sino que los consumos son de mayor tamaño y se ha saturado la red.

Según Aagesen, la nueva planificación eléctrica permitirá dar respuesta a 27.700 megavatios de nueva demanda en la red de transporte de electricidad, lo que multiplica por catorce la prevista en el plan vigente. Prácticamente la mitad, 13.100 MW, corresponden a hidrógeno verde, otros 9.000 MW a industria y 3.800 MW a centros de almacenamiento de datos. Pero además de la inyección económica directa, el Ministerio incrementa los límites de inversión que las empresas pueden realizar en la red de distribución, la que llega directamente a los consumidores y que en Euskadi está prácticamente saturada –las eléctricas anunciaron un colapso del 100% en Araba y Bizkaia y del 98% en Gipuzkoa–.

Así, la nueva planificación autoriza un 62% más de inversión, 7.700 millones más en la red distribución y 3.600 millones más en la de transporte, 11.300 en total –es el mismo porcentaje en ambas redes porque la tasa de peticiones de conexión a la red y rechazos es similar en las dos–. En definitiva, da respuesta a las quejas de las eléctricas, que apuntaban a una saturación de la red que no dejaba espacio a nueva demanda.

En Euskadi, por ejemplo, la distribuidora es I-DE de Iberdrola, que lleva tiempo asegurando que tiene la capacidad financiera y tecnológica para hacer las inversiones que requiere la ampliación de las redes eléctricas, pero que lo que no tiene es autorización, porque la electricidad es una actividad regulada por el Gobierno español. “Es necesario liberar los límites de inversión vigentes, fijados por ley en España y estables desde el año 2012 y asegurar unas condiciones competitivas con nuestro entorno para atraer capital”, aseguraba hace unos meses a este periódico Javier Arriola, director de la Región Norte de i-DE.

¿Cómo funciona el sistema?

La electricidad es una actividad regulada, cuyas inversiones fija el Gobierno español a través de una planificación que actualizan cada cinco años. Es importante explicar también que hay dos niveles de red eléctrica: la de transporte –es la de alta tensión y está constituida por líneas, subestaciones, transformadores y elementos eléctricos que permiten transmitir grandes cantidades de energía a larga distancia–, que gestiona Red Eléctrica en todo el Estado, y la de distribución –el elemento intermedio entre la red de transporte y los consumidores finales, es decir, la –, que en cada territorio administra una o varias empresas. En el caso de Euskadi es i-DE de Iberdrola.

En la misma línea, el jueves, el consejero Jauregi se quejaba de que los límites actuales eran de la época de Mariano Rajoy, “de una época de austeridad”. “Ahora la situación es completamente diferente, estamos en proceso de transformación por una transición energética que requiere más potencia”, reflexionaba. De hecho, el aumento de la inversión en redes eléctricas ha sido uno de los principales reclamos del Gobierno vasco en los últimos meses. Ahora queda por ver cómo se traduce todo esto en Euskadi, es decir, cómo se priorizan los proyectos que están solicitando ese enchufe.

A la espera del detalle

“En los próximos días conoceremos detalles concretos de esta planificación en nuestro territorio, pero que se priorice a la industria en este nuevo mapa es un paso adelante que permitirá una mayor descarbonización y la sostenibilidad del empleo en el sector”, señaló Maribel Vaquero, portavoz del PNV en el Congreso. La jeltzale se felicitó por el nuevo límite a la inversión en la red “que servirá para ampliarla y permitir que más industrias se conecten, algo que el Grupo Vasco viene peleando también desde hace meses”. “Con este nuevo tope más alto se abre un nuevo horizonte. Hasta ahora se habían tomado medidas coyunturales y urgentes, pero nosotros hemos seguido insistiendo en la necesidad de medidas estructurales, y esta en gran parte lo es. Ha sido trabajoso, nos ha llevado muchas horas y reuniones, pero con nuevas inversiones tenemos ya un espacio de mejora con el que avanzar”, apuntó.

“La próxima semana podremos ver cómo se refleja esta nueva inversión y este nuevo tope a la inversión en las necesidades que tenemos en Euskadi”, avanzó, por su parte, Jauregi. “Ahí podremos confirmar finalmente cuánta potencia se va a dar a Euskadi para las necesidades industriales y a futuro que tenemos”, añadió. Un día antes, el consejero explicó que en las anteriores planificaciones de la red eléctrica se hizo un apuesta por los puntos de generación, pero consideró que había llegado el momento de que la prioridad sea la industria. En este sentido, indicó que la nueva planificación, prevista para el periodo 2026-2031 tiene que tener una “vocación clara con la industria” y priorizar las zonas donde hay demanda industrial.

El Gobierno vasco ha identificado 117 empresas vascas con necesidades de potencia eléctrica para acometer su descarbonización, pero también advierte de que ésta es necesaria para que nuevos proyectos industriales se instalen en el territorio. Y ambas cosas tendrán impacto en el crecimiento económico vasco.