Por cuarto día en las calles de Vitoria. Cuatro días de huelga por un convenio propio, para mejorar sus condiciones precarias.

Han recorrido el centro de la capital alavesa, haciendo ruido, con pancartas y explicándole a la gente que se acercaba cuál es su situación:

"Queremos que se nos escuche, que se valore nuestro trabajo para dar un cuidado de calidad, que no se nos olvide que trabajamos con personas y que queremos cuidar dignamente a los residentes".

Son las gerocultoras y demás empleadas de la residencia Colisee Miñano de Vitoria, en lucha con paros y cuatro jornadas de huelga por un motivo: una bajada considerable en jornada anual y una mejora salarial para todos los departamentos, sobre todo, que "ningún departamento tenga su salario base por debajo del SMI, algo totalmente inaceptable".

Este jueves han llevado a cabo su cuarta jornada de huelga, "con un amplio seguimiento (de un 80% entre la plantilla que podía secundar la huelga) y a pesar de las coacciones por parte de la empresa y de los abusivos servicios mínimos del 70%", denuncian las trabajadoras, que aseguran que "mientras no haya avances, seguirán manifestándose".

La próxima semana tienen una reunión con la empresa, "ahora les toca a ellos mover ficha y presentarnos una oferta".

Las trabajadoras, que han realizado una manifestación entre la Plaza Nueva y la Diputación (la residencia, aunque es de titularidad privada, de 91 plazas que tiene 45 son plazas concertadas), explican que mientras la cuota para las personas residentes ha subido entre un 6 y 10%, "a la plantilla se nos aplica el convenio estatal de residencias y viviendas comunitarias, con salarios que apenas superan el SMI, y han recortado pluses".

"La empresa no mejora nuestras condiciones, sino que las empeora: no cubren bajas, vacaciones, excedencias y ningún tipo de permiso, y encima quieren que seamos la propia plantilla, sobre todo las gerocultoras, las que cubramos la falta de personal, acudiendo en nuestros días libres".

Es la grave denuncia de la plantilla: "la empresa se basa en gratificaciones individuales para premiar la buena voluntad de las trabajadoras... Desde la plantilla denunciamos que esto es un abuso de poder y un chantaje".

Ante esta situación, las trabajadoras, junto con ELA, han convocados dos días de huelga esta semana, 13 y 14 de noviembre, tras varias jornadas de paros y haber secundado otras dos huelgas el 24 de junio y el 30 de octubre.

Denuncian que "están cansadas de la presión y la sobrecarga a la que se enfrentan en el día a día en el centro, con falta de personal constante, jornadas abusivas, multitarea, sobrecargas de trabajo, se sienten que están a libre disposición de la empresa, con "presiones y represalias".

Ninguna trabajadora por debajo del SMI

Las gerocultoras denuncian que "la carga de trabajo es insoportable. Les desborda. Les cambian los días de descanso casi sin tiempo. Asumen cada vez más tareas".

Desde ELA recuerdan que "la empresa prometió mejorar los salarios" con la firma del II. acuerdo marco de concertación entre la residencia y la Diputación. "No sólo no lo ha cumplido, sino que ha reducido algunos pluses de la plantilla".