Otra vez en las calles de Vitoria, con las pancartas. Movilizándose por mejorar sus condiciones laborales tan precarias, por un convenio propio.
Este miércoles han secundado su tercera jornada de huelga, "con un amplio seguimiento". Y continuarán de huelga este jueves, "a pesar de las coacciones por parte de la empresa y de los abusivos servicios mínimos del 70%", denuncian las trabajadoras, que aseguran que "mientras no haya avances, seguirán manifestándose".
Son las gerocultoras y demás empleadas de la residencia Colisee Miñano de Vitoria, en lucha con paros y cuatro jornadas de huelga por un motivo: "queremos que se nos escuche, que se valore nuestro trabajo para dar un cuidado de calidad, que no se nos olvide que trabajamos con personas y que queremos cuidar dignamente a los residentes".
Las trabajadoras, que se han concentrado este miércoles frente a la Diputación (la residencia, aunque es de titularidad privada, de 91 plazas que tiene 45 son plazas concertadas), explican que mientras la cuota para las personas residentes ha subido entre un 6 y 10%, "a la plantilla se nos aplica el convenio estatal de residencias y viviendas comunitarias, con salarios que apenas superan el SMI, y han recortado pluses".
"Queremos que se nos escuche, que se valore nuestro trabajo para dar un cuidado de calidad, que no se nos olvide que trabajamos con personas y que queremos cuidar dignamente a los residentes"
"La empresa no mejora nuestras condiciones, sino que las empeora: no cubren bajas, vacaciones, excedencias y ningún tipo de permiso, y encima quieren que seamos la propia plantilla, sobre todo las gerocultoras, las que cubramos la falta de personal, acudiendo en nuestros días libres".
Es la grave denuncia de la plantilla: "la empresa se basa en gratificaciones individuales para premiar la buena voluntad de las trabajadoras... Desde la plantilla denunciamos que esto es un abuso de poder y un chantaje".
Ante esta situación, las trabajadoras, junto con ELA, han convocados dos días de huelga esta semana, 13 y 14 de noviembre, tras varias jornadas de paros y haber secundado otras dos huelgas el 24 de junio y el 30 de octubre.
Denuncian que "están cansadas de la presión y la sobrecarga a la que se enfrentan en el día a día en el centro, con falta de personal constante, jornadas abusivas, multitarea, sobrecargas de trabajo, se sienten que están a libre disposición de la empresa, con "presiones y represalias".
Ninguna trabajadora por debajo del SMI
Las gerocultoras denuncian que "la carga de trabajo es insoportable. Les desborda. Les cambian los días de descanso casi sin tiempo. Asumen cada vez más tareas".
Reiteran que es necesario reducir las horas de jornada laboral para todos los departamentos y mejorar los salarios. "Sobre todo, que ningún departamento tenga su salario base por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)".
Desde ELA recuerdan que "la empresa prometió mejorar los salarios" con la firma del II. acuerdo marco de concertación entre la residencia y la Diputación. "No sólo no lo ha cumplido, sino que ha reducido algunos pluses de la plantilla. En cambio, a los residentes se les ha incrementado la cuota entre un 6 y un 10%, alegando la mejora salarial de la plantilla que no se ha efectuado".