Están cansadas y muy enfadadas. Llevan 35 días de huelga por un convenio. Son más de 1.100 trabajadoras en Álava con salarios que rozan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

El próximo 18 de julio volverán a la huelga y a salir a las calles de Vitoria para reclamar un convenio provincial que mejore sus condiciones laborales tan precarias.

Llevan cinco largos años de lucha constante y protestas, y están muy cansadas de que no se les dé la importancia que tienen en la sociedad.

Porque son las que se encargan del cuidado y la atención de las personas mayores. Son las que cuidan de nuestros mayores, 24 horas al día y 365 días al año.

Convocadas por los sindicatos ELA y LAB, el 18 de julio será la jornada de huelga número 36 que secunda el millar de empleadas de las residencias privadas de Álava desde que se inició esta lucha en 2019 por el primer convenio provincial para el sector que les saque de la precariedad con salarios que rozan el SMI.

Hablamos de la plantilla de las residencias privadas de Álava, que vuelve a la huelga tras los escasos avances en la mesa negociadora con una última reunión el pasado 28 de junio para negociar el primer convenio de residencias y viviendas comunitarias del territorio, a iniciativa de ELA y LAB.

"La propuesta trasladada por la patronal es claramente insuficiente y perpetúa a las trabajadoras del sector en la precariedad. Entre otras cuestiones inaceptables proponen un convenio hasta 2028 mientras se olvidan los años pasados", denuncian los sindicatos.

Además, la propuesta de la patronal tan solo recoge una reducción de la jornada de 30 horas para los años 2026, 2027 y 2028. "Y con respecto a los salarios, sigue sin estar encima de la mesa la reivindicación de los 19.600 euros anuales".

"Nuestra posición no puede ser otra que seguir reivindicando un convenio que suponga una mejora en las condiciones del sector. ELA y LAB seguimos exigiendo a las patronales y a las administraciones públicas que se impliquen en el proceso".

"Esenciales pero olvidadas"

Saben que son trabajadoras esenciales en los centros geriátricos privados, pero al mismo tiempo se sienten trabajadoras olvidadas en Álava por empresas e instituciones.

Con la protesta del 18 de julio serán ya 36 jornadas de huelga que las empleadas de las residencias privadas de Vitoria y Álava han secundado, al mismo tiempo que denuncian "unos servicios mínimos totalmente abusivos que les obligan a cumplir".

Los sindicatos piden que se establezca un salario mínimo de 19.600 euros y alcanzar, al final de la vigencia del convenio, las 1.592 horas de jornada laboral. También solicitan mejoras en salud laboral y licencias.

Un sector, el de los cuidados de personas mayores, que las propias trabajadoras denuncian se encuentra en precariedad total con salarios que rozan el SMI (concretamente de las 26 categorías profesionales, 11 tienen un salario inferior al SMI), parcialidad abusiva, jornada anual de 1.784 horas, ratios excesivos y nula prevención de la salud laboral.

Saldrán de nuevo a las calles de Vitoria para exigir tanto a las tres patronales de residencias privadas (Acra, la Asociación de Centros Residenciales de Álava, está formada por 48 residencias de 67) como a la Diputación de Álava que den pasos en la resolución del conflicto "porque es su responsabilidad".

Siempre con el lema 'Arabako Erresidentziak Borrokan' y con el apoyo del Movimiento Feminista de Gasteiz y de Arabako Pentsionistak Lanean, tienen claro que lo que necesitan es un convenio provincial que mejore sus condiciones laborales y la "calidad del servicio asistencial".