BILBAO - Los trabajadores de la empresa fabricante de electrodomésticos Edesa lo tienen claro: el tiempo para sacar adelante el plan de viabilidad que permita mantener una parte de la actividad fabril en la línea de productos de Confort, termos y calentadores, se acaba y es la Corporación Mondragón la que tiene que pronunciarse, a ser posible a lo largo de la jornada de hoy.
Los promotores del plan de viabilidad elaborado para el negocio de Confort han dado de plazo a Mondragón hasta hoy para que les responda a la propuesta que le han trasladado y, si no hay pronunciamiento por parte de la Corporación guipuzcoana, entienden que "su respuesta no va a ser satisfactoria".
Cientos de personas secundaron ayer una movilización convocada por la plataforma de colectivos sociales y sindicales Baietz Basauri, en la localidad vizcaína de Basauri, sede de la factoría de Edesa, para expresar, según Zigor Cerrato, uno de sus miembros, su protesta "contra la destrucción del tejido industrial y del empleo en nuestra comarca, así como contra el empeoramiento de las condiciones laborales, en solidaridad con los trabajadores de Edesa, y en defensa de un modelo político, social y de relaciones laborales diferente que no esté supeditado al interés de los mercados".
Los trabajadores de Edesa presentes en la movilización volvieron a apremiar a los responsables de la Corporación Mondragón, grupo en el que está inserto Edesa a través de Fagor Electrodomésticos, a que decidan con celeridad si están dispuestos a apoyar el plan de viabilidad presentado por los trabajadores de la factoría vizcaína. "Estamos luchando por sacar adelante el negocio de Confort de Fagor, línea que consideramos que es viable con las propuestas efectuadas".
Sin embargo, los trabajadores, como ya han hecho antes la Diputación de Bizkaia, el Gobierno Vasco, el Parlamento Vasco o los ayuntamientos de la comarca del Alto Nervión como Basauri, Galdakao, Arrigorriaga y Etxebarri, instan a Mondragón a que tome una decisión sin mayor tardanza. El colectivo laboral ha advertido que se ha llegado a un "punto crítico del recorrido" y asegura que "vemos necesaria una decisión satisfactoria ya de MCC y sin más dilación".
Los trabajadores de Edesa destacaron que, si esta respuesta no se produce "de inmediato, de facto ya habrá habido una decisión". "Así lo consideramos y así lo marca la evidencia. Por tanto, los siguientes días e incluso horas son definitivas".
En el caso concreto de la planta de Edesa en Basauri, de los 230 socios que tenía antes del proceso concursal, el plan de viabilidad presentado "para seguir fabricando termos y calentadores" contempla mantener "unos 110-130 trabajadores porque las ventas han bajado", recuerdan personas del colectivo laboral que señalan que en la actualidad ya hay "medio centenar de personas recolocadas en Eroski pero sin hacer la jornada laboral completa. Trabajan 29 horas a la semana, con la lógica reducción de salarios".
Para los trabajadores, el emplazamiento a Mondragón de los autores del plan de viabilidad para que adopte una decisión con una fecha tope tiene que ver "con las expectativas con proveedores y mercado. Cuanto más se retrase, el deterioro de la marca será mayor y más difícil una solución para seguir fabricando en Euskadi la línea de Confort".
El Grupo Mondragón señaló en su momento que este mes dará su opinión sobre el plan de viabilidad que han preparado ex empleados de las plantas de Fagor Electrodomésticos, en Basauri (Edesa) y Bergara. La corporación cooperativa vasca quiere analizarlo "con rigor y seriedad".
Una comisión creada para analizar la quiebra de Fagor Electrodomésticos, -sus cinco plantas en la CAV están cerradas y en concurso de acreedores-, estudia el último plan de viabilidad. Dicho proyecto plantea el mantenimiento de actividad en las plantas de Basauri y Bergara con una inversión de unos 20 millones de euros, procedentes de ayudas del Gobierno Vasco y las diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa, así como de la propia Corporación Mondragón y de las entidades financieras vascas.
El plan proyecta entrar en beneficios en 2015 tras contabilizar pérdidas este año de algo más de medio millón de euros. La plantilla actual de 350 trabajadores quedaría reducida a 250. El negocio se centraría en la fabricación de termos, calentadores e interacumuladores.