Vitoria - Sergio Scariolo se sumó ayer a la extensa lista de ex baskonistas que han ganado un anillo de la NBA a lo largo de su carrera. El técnico nacido en Brescia fichó el pasado verano como asistente de Nick Nurse en los Toronto Raptors y en su primera campaña en la mejor liga del mundo ha conseguido un éxito, a todas luces, insospechado que da más lustre si cabe a su brillante palmarés como entrenador.

De las dos etapas que ha protagonizado Scariolo en la capital alavesa, la primera (1997-99) fue mucho más exitosa que la segunda (2013-14). De hecho, se marchó por la puerta de atrás de la entidad del Buesa Arena tras ser despedido por Josean Querejeta, que se vio obligado a abonarle alrededor de 400.000 euros por el incumplimiento de su segunda campaña de contrato.

Antes del transalpino, hubo otros ilustres con pasado azulgrana que también conquistaron el mayor galardón posible en el planeta baloncestístico. El primero de ellos fue Herb Brown, una de las figuras con las que el Baskonia comenzó su meteórico ascenso hacia la élite del baloncesto continental en los albores de los 90. El neoyorquino, que actualmente tiene 83 años, ganó el anillo en tres ocasiones como ayudante en los banquillos de los Bulls (1992 y 1993) y los Pistons (2004).

En la década de los 90 también se produjo el sonado éxito de dos pívots: Richard Petruska y Zan Tabak. Tanto el eslovaco como el croata aprovecharon la época dorada de los Houston Rockets de Hakeem Olajuwon para alcanzar la gloria en 1994 y 1995, respectivamente. Petruska pasó con más pena que gloria por el Baskonia en los primeros meses del curso 2001-02, mientras que Tabak fue el recurso de urgencia al que recurrió Querejeta para ocupar el banquillo en noviembre de 2012 cuando el presidente tomó la drástica determinación de prescindir de Dusko Ivanovic tras una derrota ante el Obradoiro.

Otro hombre alto con pasado en Vitoria como Fabricio Oberto se apropió del anillo en 2007 con los San Antonio Spurs de Gregg Popovich, uno de los equipos más vistosos que se han visto en los últimos tiempos en la NBA. El argentino, al igual que sucedió con Tiago Splitter en 2014, formó parte de un equipo inolvidable que tenía en Tony Parker, Manu Ginobili y Tim Duncan a un trío determinante a todos los niveles.

En los años 2009 y 2010 se proclamaron campeones con los Lakers tanto Sasha Vujacic como Lamar Odom, dos viejas glorias que aterrizaron en el Buesa Arena en 2014 en el ocaso de sus respectivas carreras. Fueron dos fichajes más marketinianos que otra cosa a la vista de su nula aportación al equipo. El caso del efímero ala-pívot estadounidense fue si cabe más sangrante, ya que tan solo disputó 23 minutos como integrante azulgrana repartidos en dos partidos ante el Unicaja y el Valencia.

Por su parte, Rodrigue Beaubois conquistó el anillo de la NBA en 2011 con unos Dallas Mavericks que, por entonces, contaban con un pletórico Dirk Nowitzki en su máximo esplendor. El último que había reinado en Estados Unidos era Jordan McRae. El alero estadounidense, cuya aportación al Baskonia resultó testimonial en el comienzo de la temporada 2017-18 por culpa de una lesión en el hombre que derivó en la rescisión de su contrato, se proclamó campeón con los Cleveland Cavaliers de Lebron James en 2016. Sergio Scariolo cerró la pasada madrugada el círculo con los Raptors, la primera franquicia no estadounidense que conquista un anillo en la NBA. - Oscar San Martín