A los 20 años se marchó de Vitoria, justo dos después de poner fin a su carrera como gimnasta, y 23 años más tarde regresa a la que siempre ha considerado su “casa” junto a su hija Aitana, de 15.
La idílica vida en el municipio oscense de Sallent de Gallego a los pies de la estación de esquí de Formigal no cubría las inquietudes ni las necesidades de su pequeña. “Vuelvo a casa porque mi hija es adolescente, ha terminado segundo de la ESO y decidió que se le quedaba el pueblecito pequeño y quería salir fuera a estudiar y ahora lo hace aquí”, comenta Tania Lamarca.
Por eso, la exgimnasta gasteiztarra decidió dar un nuevo giro a su vida y volver junto a los suyos, a su ciudad, en la que poder ofrecer mayores alternativas de ocio y de formación para Aitana. “Dijimos, pues que mejor que volver a Vitoria, que es mi casa y a mí siempre me ha llamado volver a casa. He vivido en un pueblecito muy pequeño, pero la ciudad siempre me ha gustado mucho. Vitoria es mi hogar y volver a Vitoria es volver a mi casa”, insiste la campeona olímpica en Atlanta’96.
Además, el regreso a la capital alavesa permite a la propia Tania disponer de un nuevo lugar más apropiado en el que llevar a cabo su labor de coach, algo por lo que siente vocación y que le llamó ya desde que dejó el tapiz a los 18 años.
“Me gustaba mucho comunicar y me gustaban mucho las personas. Quería trabajar con las personas y quería aportar a los demás y ayudarles con cosas que a mí me han servido”, apunta la deportista vitoriana.
“Me gustaba mucho comunicar y me gustaban mucho las personas. Quería trabajar con las personas y quería aportar a los demás y ayudarles con cosas que a mí me han servido”
“Trabajar la parte emocional”
Por todo ello, una vez concluida su carrera deportiva se formó en coaching y se dedicó a “trabajar la parte emocional, tanto personal como en empresas”. El objetivo de su labor es “mejorar las relaciones personales para que trabajen mejor”, precisa.
En estos momentos, Lamarca está colaborando con el Comité Olímpico Español, quien tiene un acuerdo con el gobierno para trabajar con los centros de refugiados para conseguir la inclusión de este colectivo a través del deporte. El objetivo es que en un futuro cercano se pueda llevar a cabo este proyecto en Vitoria con el centro de refugiados de la capital alavesa.
La integrante de las Niñas de Oro considera que Vitoria reúne todas las condiciones óptimas para desarrollar proyectos relacionados con la actividad deportiva. Lamarca se muestra “muy ilusionada” por poder aportar su “conocimiento y experiencias” a su ciudad.
“Me gustaría devolver a Vitoria todo lo que he aprendido, lo que he vivido y poder desarrollar aquí mis proyectos. Que la medalla de oro olímpica vuelva a su casa”.
“Me gustaría devolver a Vitoria todo lo que he aprendido, lo que he vivido y poder desarrollar aquí mis proyectos. Que la medalla de oro olímpica vuelva a su casa”.
Para una persona que se sacrificó hasta su adolescencia a la competición y que después ha seguido ligada a la actividad deportiva, considera que el ejercicio es clave para conseguir una vida sana y así lo quiere transmitir.
“Es algo que yo misma lo he vivido. He estado muchos años parada por una lesión de espalda, ya que la gimnasia deja secuelas, y se nota. Yo aconsejó la actividad física. El deporte de élite es otro tema. No es ni hasta sano en ocasiones. El deporte y la actividad física hace que estés bien mentalmente. Cuidar el cuerpo es cuidar la mente y es vital para todo el mundo”.
"El deporte de élite no es sano, pero el deporte y la actividad física hace que estés bien mentalmente. Cuidar el cuerpo es cuidar la mente y es vital para todo el mundo"
Lamarca, que lleva desde el mes de octubre colaborando con el BAKH, entiende además que “obsesionarse con el deporte tampoco es sano”. La exgimnasta considera que la virtud está en el término medio. “Hay que hacer actividad física para encontrarse bien. Que sea saludable”.
Cuidar las relaciones
La medallista de oro en Atlanta sostiene que la clave para tener una vida sana, tanto emocional como físicamente, es contar con “buenas relaciones personales”.
“Ya sea pareja, amigos, familia... Cuando tienes buenas relaciones personales, estás mucho mejor y a eso añadiría lo de cuidarte a ti mismo. Darte prioridad a ti. Cuidarte a nivel físico, alimenticio y emocional. He llegado a la conclusión de que cuando uno tiene buenas relaciones personales, uno está mejor, trabaja mejor, está más contento, se cuida más, quiere hacer más deporte”, explica.
La polifacética deportista gasteiztarra, que en su momento creó una línea de ropa, trabajó en un campus inclusivo y que recientemente ha participado en el corto Hadas, junto a su hija Aitana de la directora vitoriana Bea Da Silva que se estrenará el próximo mes de abril, remarca que es muy importante quererse a uno mismo. “No nos enseñan a priorizarnos a nosotros cuando somos pequeños y priorizarse y cuidarse uno mismo es muy importante para que los que estén a tu alrededor luego estén bien”, concluye Lamarca.
