a grandeza de Tom Brady, su retahíla de méritos para sentarse en un lugar preferencial en el Olimpo de los mejores deportistas de la historia, se explica perfectamente desde los números. Quien esta semana anunció su retirada de la NFL es alguien al que la gran mayoría de las voces expertas del fútbol americano califican como The GOAT, the greatest of all time (el más grande de todos los tiempos), el quarterback (pasador) que amasa la gran mayoría de los grandes récords de la posición estrella de este deporte: victorias (243), pases de touchdown (624), yardas de pase (84.520) pases completados (7.263)... También se puede apelar al logro de haber alargado su carrera durante 22 años en un deporte de extrema exigencia física para colgar el casco con 44 primaveras tras un curso final en el que ha amasado cifras (5.316 yardas de pase, tope de su carrera, y 43 lanzamientos para touchdown) que le ubican de pleno en la pugna por el MVP, distinción que ha obtenido tres veces en su carrera. Pero cualquier atisbo de duda se borra cuando se explica que por encima de todo esto Brady, ganador implacable, suma siete Super Bowls, más que ningún otro jugador... y más que ninguna franquicia en la historia (sus New England Patriots y Pittsburgh tienen 6).
El QB de San Mateo (California) anunció ayer oficialmente su retirada tras un fin de semana de especulaciones sobre su futuro después de que su equipo, los Tampa Bay Buccaneers, cayeran en las semifinales de la Conferencia Nacional ante Los Angeles Rams. Su último acto de servicio, firmar una remontada al más puro estilo Brady (del 27-3 al 27-27) antes de caer en los segundos finales. Se retira sin que a sus 44 años su juego registrara atisbo de decadencia, porque considera que no está en disposición de invertir en el deporte “el compromiso competitivo al 100% que es imprescindible para tener éxito y el éxito es lo que más amo del deporte” y porque ha interiorizado que ha llegado el momento de dedicar tiempo a su mujer, la modelo brasileña Gisele Bündchen, y a sus hijos.
El mascarón de proa de la NFL se marcha tras una carrera de película, por exitosa e inesperada. Una de esas historias que Hollywood adora. Llegó a la liga siendo seleccionado en el número 199 del draft de 2000, sexta ronda. Recaló en los New England Patriots sin que ninguna de las dos partes fuera consciente de lo que estaba por llegar. En su primer año solo jugó un partido, pero en el segundo el QB titular se lesionó, Bill Belichick apostó por él y ambos reescribieron juntos la historia de la NFL. Ese curso ganaron la primera de sus seis Super Bowls y cuando en 2020 su historia de amor se rompió, Brady se fue a Tampa. ¿Resultado? Su séptimo título con un equipo que llevaba doce años sin jugar play off. El más grande hasta el momento del adiós.
Dos equipos. New England Patriots (2000-19) y Tampa Bay Buccaneers (2019-21).
Tres veces MVP. 2007, 2010 y 2017.
Cinco veces MVP de la Super Bowl. 2001, 2003, 2014, 2016 y 2020 (récord de la NFL).
Siete Super Bowls. 2001, 2003, 2004, 2014, 2016, 2018 y 2020 (récord de la NFL).
Diez Super Bowls disputadas. 2001, 2003, 2004, 2007, 2011, 2014, 2016, 2017, 2018 y 2020 (récord NFL).
Quince selecciones Pro Bowl. Récord de la NFL.
199 puesto en el ‘draft’ de 2000. Su nombre no salió hasta la sexta ronda. Seis ‘quarterbacks’ fueron elegidos antes que él.
243 victorias. Récord de la NFL para un QB (57 más que el siguiente, Brett Favre).
624 pases de ‘touchdown’. Récord de la NFL (53 más que el siguiente, Drew Brees).
7.263 pases completados. Récord de la NFL (121 más que Brees).
84.520 yardas de pase. Récord de la NFL (4.162 más que Brees)